Nuevas polémicas rondan a la ex pareja real de Meghan Markle y el príncipe Harry. Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II y el ascenso al trono de Carlos III, los duques de Sussex han sido catalogados de “difíciles” por sus ex empleados. Según han detallado los integrantes de “El club de los sobrevivientes de Sussex”, tal como se llaman a sí mismos, los duques dejaron bastante que desear. Incluso ellos llaman a Meghan una “sociópata narcisista” por sus actos durante la época en que permaneció en la familia real. Es en el libro “Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown” de la escritora Valentine Low donde se detallan las vivencias. Y es que los empleados revelaron con lujo de detalles algunos episodios vividos en el Palacio de Kensington. Allí trabajaron para los duques de Sussex, Kate Middelton y el príncipe William. El libro afirma que el secretario privado Sam Cohen, la ejecutiva de relaciones públicas Sarah Latham y la secretaria de prensa adjunta Marnie Gaffney estaban entre el personal que quedó atónito por el comportamiento de la duquesa. En los testimonios, recopilados por The Sun, afirmaban que todos en el Palacio “eran demasiado gentiles y educados“. "Cuando alguien decide no ser civilizado, no tiene idea de qué hacer. Fueron atropellados por ella, y luego atropellados por Harry”, dice el medio, afirmando que tras el mal comportamiento de Meghan siguió el del príncipe. El maltrato a sus empleados Además de las múltiples situaciones que vivieron en la casa durante su estancia con los duques, los empleados hablan también sobre los momentos previos a la gran boda real. Los ex empleados afirman que la pareja no tenía la mejor de las maneras para tratar al personal del palacio. Incluso relatan que supuestamente le “gritaron” a la secretaria privada Cohen, antes y durante un vuelo a Australia para su gira de 2018. "Sam siempre dejó en claro que era como trabajar para un par de adolescentes. Eran imposibles y la empujaron al límite. Era miserable”, afirma un amigo de Cohen en el libro. Así, afirman que Meghan les gritaba y atacaba verbalmente en varias ocasiones, incluso atribuyéndole frases como “no es mi trabajo mimar a la gente” para defenderse a sí misma por su comportamiento. La obsesión de Meghan por el rechazo Los empleados también hablaron del comportamiento de la duquesa en relación a la familia real. Afirman que su salida de la corona estaba premeditada incluso antes de la boda de ella y Harry en 2018. Además, afirman que ella “quería ser rechazada” desde el primer momento. "Todos sabían que la institución sería juzgada por la felicidad [de Meghan]. El error que cometieron fue pensar que ella quería ser feliz. Ella quería ser rechazada, porque estaba obsesionada con esa narrativa desde el primer día“. Meghan y Harry abandonaron la vida real en enero de 2020, sorprendiendo al mundo con el anuncio de la bomba. Sin embargo, lo mantuvieron en secreto por algún tiempo ya que la decisión estaba tomada desde el año anterior. "Poco antes de fin de año, Meghan le confió a un miembro de su personal que la pareja no regresaría. El resto del equipo no se enteró hasta que mantuvieron una reunión en el Palacio de Buckingham a principios de enero de 2020”, declaran. "Les resultó difícil aceptar que los estaban dejando así. Algunos de ellos estaban llorando“. En otro fragmento del libro, las fuentes afirman que Meghan quería ser la “Beyoncé” de Reino Unido. Sin embargo, la corona no le dio el reconocimiento que esperaba. "Ser parte de la Familia Real le daría ese reconocimiento. Lo que descubrió fue que había tantas reglas que eran tan ridículas que ni siquiera podía hacer las cosas que podía hacer como persona privada”. Los empleados aseguran que la salida de Meghan de la familia real era un intento de la ex actriz de demostrar que “iba a poder ganar dinero por sí misma”. -Con información de Excélsior