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La versión coincide con evaluaciones preliminares difundidas por medios locales y agencias estatales
21:40 miércoles 20 agosto, 2025
MundoLa policía polaca investiga la explosión de un objeto no identificado que cayó la madrugada del miércoles en un campo de maíz cerca de Osiny, en la región de Lublin, un incidente que rompió ventanas en viviendas cercanas, pero no dejó heridos. El caso, del que se informó por primera vez alrededor de las 2:00 de la mañana, se produjo mientras el país refuerza su vigilancia por los efectos colaterales de la guerra en la vecina Ucrania.
Los primeros reportes indicaban que podría tratarse de un motor antiguo con hélice. Sin embargo, horas después, el ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, afirmó que el objeto era “muy probablemente” un dron y señaló que se realizaba un análisis técnico para determinar si se trataba de un aparato militar o empleado para contrabando. La versión coincide con evaluaciones preliminares difundidas por medios locales y agencias estatales.
El Comando Operacional de las Fuerzas Armadas informó que sus sistemas no registraron violaciones del espacio aéreo polaco desde Ucrania o Bielorrusia durante la noche, un punto que, de confirmarse, podría sugerir un vuelo a baja cota difícil de detectar por radar. Esa laguna tecnológica ha sido subrayada por analistas de defensa en Polonia tras incidentes similares en los últimos meses.
En el lugar del impacto, fiscales civiles y militares recogieron restos metálicos y de plástico calcinado mientras técnicos del Ejército acordonaban el perímetro.
“Tenemos mucho personal, tenemos al Ejército para ayudarnos. Espero que podamos terminar la operación para la noche”, afirmó el fiscal del distrito de Lublin, Grzegorz Trusiewicz, al actualizar la situación sobre el terreno.
En conferencias y declaraciones posteriores, funcionarios locales han barajado dos hipótesis principales: un dron militar —posiblemente con una carga explosiva limitada— que habría golpeado una línea eléctrica antes de estallar, o un señuelo (réplica) diseñado para saturar o confundir defensas aéreas y que, por su vuelo rasante, pudo escapar a la detección de los sensores fronterizos. Medios polacos citaron además fuentes que no descartaban un diseño del tipo Shahed-136, empleado por Rusia contra infraestructuras ucranianas, aunque esa posibilidad no ha sido corroborada oficialmente.
Mientras la investigación prosigue, la lectura estratégica del episodio ha escalado con rapidez. Semanas recientes han mostrado un patrón de “efectos secundarios” de la guerra: restos de proyectiles, drones extraviados o fragmentos que cruzan fronteras de países de la OTAN, alimentando llamados a reforzar la vigilancia conjunta y a modernizar las defensas de baja cota. En Polonia, las autoridades han denunciado intrusiones esporádicas y, en paralelo, han elevado el nivel de coordinación con aliados europeos para responder a eventos que, aun sin víctimas, buscan desgastar la percepción de seguridad.
La fiscalía de Lublin dijo que no se descarta que el aparato haya cruzado desde un país vecino a muy baja altura, y que se espera que los análisis forenses aclaren su origen y tipología. El Ministerio de Defensa, por su parte, no ha atribuido responsabilidades. En un plano político más amplio, editoriales y expertos han calificado incidentes de esta naturaleza como “provocaciones” que persiguen probar la resiliencia de las defensas regionales sin desencadenar una respuesta militar directa.
La inquietud por el frente oriental no es nueva. Desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, los sistemas no tripulados se han consolidado como un elemento definitorio del combate y de la guerra psicológica, tanto por su bajo costo como por la dificultad de interceptarlos de forma sistemática. En el caso de Osiny, las fuerzas polacas deberán resolver un rompecabezas con piezas chamuscadas en un campo de maíz: qué clase de dron era, de dónde despegó, quién lo operaba y por qué terminó explotando en territorio polaco.
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Por ahora, el mensaje oficial es prudente. Kosiniak-Kamysz se limitó a una frase que refleja la naturaleza aún embrionaria de las pesquisas: “Puede ser un dron”.
Con información de Excélsior