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En su rica historia, el beisbol cuenta con una lista de peloteros que, no alcanzaron a jugar en Grandes Ligas
22:10 lunes 1 noviembre, 2021
Deporte Nacional e InternacionalDesde los primeros días, el beisbol ha sido un gran coleccionista de historias inverosímiles, de misterios impenetrables. Un deporte con una mitología particular, capaz de generar leyendas que atraviesan generaciones y al mismo tiempo destruir nombres que ni siquiera se han pronunciado. Peloteros que no obtuvieron un lugar en las listas de un juego que lo registra todo. Hombres que existieron para el mundo, pero no para las Grandes Ligas. Jugadores fantasmas, relatos sin final feliz. Primavera de 1927. En los campos de entrenamiento de los Gigantes de Nueva York un pelotero del que poco se sabe, comienza a llamar la atención. Almada es su apellido, Luis su nombre. Batea con poder y puede cubrir los jardines o colocarse dentro del cuadro. También es pitcher. Un “cinco herramientas” como se catalogan sus habilidades en el vocabulario del beisbol. A los 19 años de edad, la vida le sonríe con un futuro brillante. Durante marzo, un mes antes del opening day, en el diario The Cincinnati Enquier se publica su nombre dentro del roster que presentan los Gigantes para enfrentar la temporada. Pitcher: Louis Joseph Almada, 1.75m, 80 kg, lanza y batea del lado izquierdo; se puede leer en el papel. Su lugar es prácticamente seguro. En tiempos donde la barrera del color prohibía que jugadores negros se incorporaran a los equipos ligamayoristas, Luis había hecho omitir que era un joven que venía del sur del río Bravo y de piel bronceada. Hasta ese momento, la historia no cuenta con ningún mexicano en MLB. Tampoco lo hará por los siguientes seis años. Luis recibió un pelotazo en la cabeza. Una línea que le provocó visión doble durante varias semanas. El tiempo para arrancar la campaña se agota y Luis no se recupera. El manager de los Gigantes, John McGraw, decide enviarlo a las sucursales. Su estrella se apaga, se convierte en fantasma. La jerga del beisbol ha llamado jugadores fantasma a los peloteros que fueron colocados en la lista activa de un equipo de Grandes Ligas, pero no tuvieron participación en un encuentro. No tienen ningún registro oficial de ellos, ni siquiera por haberse uniformado. El beisbol a menudo se conecta con la vida de formas que no siempre podemos comprender en el momento. El 8 de septiembre de 1933, Baldomero, hermano menor de Luis, volvió a dar a luz al apellido Almada cuando se convirtió en el primer nativo de México en alcanzar las Grandes Ligas. “Luis empezó a lucir enormidades con los Gigantes. El manager John McGraw lo tenía como seguro que iba a llegar a las Grandes Ligas. Cuando estaban practicando sufrió un pelotazo que le dejó doble visión durante varias semanas. En aquellos tiempos si te perdías días de entrenamiento o juego, era muy difícil que te volvieran a contemplar. Después se casó y le costó tiempo volverse a encarrilar”, rememoró Eduardo Almada, hijo de Baldomero y sobrino de Luis. Luis Almada no es el único fantasma mexicano. En la década de los 80, Héctor Heredia era considerado como uno de los mejores pitchers relevistas, cuando se encontraba en las sucursales de los Dodgers, fue llamado a la oficina del equipo de Triple A para informarle que se integraría a The Show, como se le conoce entre los beisbolistas a Grandes Ligas. Sin embargo la lesión de uno de los jugadores del equipo mayor de Los Ángeles, generó una emergencia mayor, por lo que Los Dodgers decidieron llamar a otro elemento. A lo largo de los más de 100 años de existencia de MLB, han existido múltiples casos como el de Almada y Heredia. En la mañana del 23 de agosto de 2011, Brian Jeroloman se paró ante su mánager de Triple A de Las Vegas, Marty Brown. “Vas a ir a The Show”, dijo Brown. “Ellos te quieren”. Ésas eran palabras que Jeroloman soñaba escuchar, pero no las sentía bien. El momento estaba equivocado. Hubo un nudo en el estómago del receptor mientras digería la noticia. Ésta no era la forma en que el receptor imaginaba su primer viaje a las Grandes Ligas. “Estoy sentado allí como, ‘Tienes que estar bromeando’”, dijo Jeroloman. Nueve horas antes, en la séptima entrada de una derrota por 6-4 ante Fresno, Jeroloman recibió una base por bola y luego corrió a la tercera base con un sencillo de Darin Mastroianni. Cuando dio la vuelta a la segunda, el receptor no tenía forma de saber que los dioses del béisbol estaban conspirando contra él. Jeroloman se deslizó a la tercera almohadilla, sintió un dolor agudo atravesar su mano derecha y supo al instante que era malo. Jeroloman informó inmediatamente a Brown que estaba lesionado. Jeroloman pasó 37 días con los Azulejos en 2011, pero no jugó debido a que su mano derecha se mantuvo hinchada y con frecuencia temblaba incontrolablemente. El lanzador Larry Yount, hermano mayor del miembro del Salón de la Fama Robin Yount, apareció en un juego para los Astros de Houston en 1971, pero, debido a una lesión que sufrió mientras calentaba, nunca enfrentó a un bateador. En 2006 el pitcher Brian Mazone fue llamado por los Filis para abrir un juego. Debido a la lluvia, el encuentro se pospuso y Mazones fue enviado de nueva cuenta a las sucursales donde terminó su carrera en 2010: “Eso es algo difícil de superar”, dijo a la prensa días después de su retiro. El jardinero Luke Wilcox fue llamado brevemente por los Yankees de Nueva York en 2000, pero nunca apareció en un juego. Llevaba el número 50 con los Yankees. En septiembre de 1951, el jardinero Bill Sharman pasó un tiempo en la lista de los Dodgers de Brooklyn sin entrar en un encuentro. Sharman también sigue siendo el único pelotero expulsado de un juego de la MLB sin haber jugado en uno. El lanzador Jesús Martínez, hermano de los lanzadores de Grandes Ligas Pedro y Ramón Martínez, pasó un tiempo en la lista de los Dodgers de Los Ángeles en septiembre de 1997. El beisbol tiene una larga y rica historia llena de jugadores que se perdieron por el más estrecho margen de cumplir su sueño de convertirse en un pelotero de Grandes Ligas. Tan cerca y tan lejos como cuando te paras en el plato a batear y te ponchas con las bases llenas y dos outs. Héctor Heredia El lanzador mexicano recibió la noticia que subiría al primero equipo de Dodgers, pero el viaje no llegó. Brian Jaroloman Pasó 37 juegos con los Azulejos pero nunca pudo jugar por una fractura en la muñeca que sufrió en Triple-A. Brian mazzone En 2006 fue llamado para abrir un juego por los Filis, pero el encuentro se suspendió por lluvia. Larry Yount Los Astros lo ascendieron en 1971 pero se lesionó mientras calentaba y nunca pudo lanzar en MLB. Luke Wilcox Los Yankees lo incorporaron en 2000, pero nunca ingresó; no hay razones para que no pitchara. Bill sharman En 1957 pasó un tiempo con los Dodgers; tiene el récord de ser el único pelotero expulsado sin jugar. El dato Un jugador fantasma es un beisbolista que figura a pesar de aparecer en las listas de los equipos, nunca lanzaron o batearon en un encuentro de MLB. Hasta esta temporada, 22664 peloteros han jugado en GL. Putsy Caballero es el jugador más joven en alcanzar MLB. Debutó a los 16 años de edad. En los rosters de los equipos, cada equipo de MLB puede tener hasta 25 jugadores. EXCELSIOR