Estamos prácticamente a un mes de que termine el año y como es normal en esta época se dan dos situaciones alrededor de este tema en cualquier organización, primero la revisión de lo que se ha hecho a lo largo de todo este periodo y la proyección de como terminará el año y por otro lado, empezar a hacer las provisiones y estimaciones de lo que será el aún muy incierto año 2022. Por esto mismo es que se tienen que tomar en cuenta todas las variables que afectan a la empresa, algunas de ellas la afectan desde en interior de la misma, como lo son el manejo de personal, el control de los inventarios y la calidad en la producción, entre otras; pero también existen variables exógenas que afectan a la empresa y que no tienen que ver con el manejo de la misma, pero si ponen a prueba la capacidad de dirección, de administración y en general de la toma de decisiones para la permanencia y crecimiento de la organización. En este cierre anual, después de revisar lo acontecido y lo que se vislumbra en el país para el 2022, es importante revisar con mayor atención los indicadores económicos del país, como lo son la inflación, el tipo de cambio y el Producto Interno Bruto (PIB) y le platico el por que en tres puntos. Primero, los presupuestos siempre se realizan con base a precios y costos estimados para el siguiente periodo, por lo que una escalada de precios desvirtúa de forma importante las posible proyecciones y necesidades de la empresa para el siguiente periodo, es simple, la inflación afecta no solo el precio al que se vende, también afecta y en gran medida la cantidad de artículos a vender. Segundo, el tipo de cambio es mucho más que no podamos adquirir la moneda americana a precios bajos, supone un encarecimiento de muchos de los artículos que consumimos, actualmente y dada la globalización existente, una gran parte de los productos que adquirimos tienen una componente extranjero, es decir, tiene dentro de su proceso de fabricación alguna parte producida en otro país, lo cual en la mayoría de las ocasiones se cotiza en dólares, por lo que no es difícil imaginar que la presión para la inflación puede ser intensa. Tercero, el crecimiento de la inflación y una posible depreciación del peso respecto al dolar americano, no abona en nada al crecimiento de la economía nacional, a estas alturas los remedios que se tienen a la mano afectan el PIB, por lo que la atención generalizada a la economía debe ser muy puntual y cuidadosa, pues al tratar de solucionar alguno de ellos es posible que afecte a otro y las cifras que arroja el indicador no son muy buenas. En fin, parece un final de foto, donde buscamos que los indicadores muestren su mejor cara, sin embargo será un poco difícil ya que es el resultado de los que se hizo en meses anteriores o lo que se ha dejado de hacer.

@Oliver_Arroyo