Con el objetivo de garantizar condiciones dignas de vivienda para los trabajadores jornaleros y sus familias, así como el derecho a la salud y a la educación de sus hijos e hijas, las senadoras Geovanna Bañuelos, Cora Pinedo Alonso y Martha Márquez, así como el senador Joel Padilla, piden a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social inspeccionar los centros laborales en el campo para constatar el cumplimiento de la ley por parte de los patrones. Asimismo, llaman a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) a realizar un diagnóstico de las condiciones de las zonas productoras agrícolas, donde se emplea a trabajadores del campo y jornaleros agrícolas, a fin de evaluar la posibilidad de incrementar los apoyos actuales a los pequeños productores del campo mexicano. En el marco del Día Mundial de la Lucha Campesina, los integrantes del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo solicitan que SADER, junto con la Secretaría de Gobernación, evalúen las estrategias y programas necesarios para la promoción de los productos agrícolas y pecuarios provenientes de los micro, pequeños y medianos productores del campo mexicano. Lo anterior, con el objetivo de fortalecer la presencia de estos productos en el mercado interno de consumo, beneficiar a los productores del campo y abonar a conseguir la soberanía alimentaria del país. Geovanna Bañuelos destacó que, a pesar de los logros obtenidos a través de la Lucha Campesina, con el establecimiento de políticas públicas neoliberales, las y los jornaleros agrícolas han sido olvidados progresivamente.  En este sentido, dijo, los programas de atención sectorial a la población jornalera, que incluían apoyos económicos, acompañamiento social, educación, vivienda, oportunidades laborales, entre otros, fueron dejados de lado. Y a lo largo de los años se perdieron recursos y atribuciones, de tal forma que, si bien resolvían algunas necesidades inmediatas, no lograban aportar los elementos para una dignificación de la vida de las familias jornaleras. “Pese a que las y los campesinos constituyen el eje central de México, la realidad es que sus condiciones de trabajo siguen caracterizadas por la precariedad, la explotación, los sueldos bajos y prácticamente ninguna atención que garantice su derecho humano a la salud o a una pensión para el retiro digno”, destacó Geovanna Bañuelos. Por ello, urgió establecer un puente de diálogo que abra espacios de análisis sobre la importancia de hacer efectivos los derechos de los trabajadores campesinos y campesinas, así como la protección de sus derechos humanos. “Las y los agricultores y jornaleros están entre los trabajadores que sufren peores condiciones laborales y ganan salarios más bajos. Muchos de ellos están empleados en empresas de alimentación, que buscan aumentar la producción y maximizar los beneficios, con el menor costo económico. En el mundo, más de 170 mil trabajadores del campo mueren cada año durante su jornada laboral”, apuntó la líder petista. Ante esta situación, Geovanna Bañuelos enfatizó que es indispensable avanzar en el acceso a la protección integral de las personas trabajadoras del campo. “Es tiempo de atender su problemática, de dejar de ser indiferentes, de brindarles mejores condiciones laborales y otorgarles la certeza de que contarán con servicios dignos para satisfacer sus necesidades de salud”.  “Las legisladoras y los legisladores del Partido del Trabajo en la Cámara de Senadores buscamos visibilizar y atender las grandes problemáticas de las y los trabajadores el campo. Considero fundamental atender sus necesidades. Su labor es el pilar sobre el que descansa el devenir de nuestras vidas, es tiempo de saldar la deuda que tenemos con las manos que alimentan a nuestro país. La tierra no se vende, se ama y se defiende”, concluyó.