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Me preocupa que se piense que sólo la popularidad puede ser forma de gobierno; pero comprendo que las figuras del pasado, fueron muestras de una alta corrupción en administraciones del régimen anterior y fueron las que provocaron que llegaran otras al ejercicio de la vida pública
00:09 lunes 4 octubre, 2021
ColaboradoresEn algún momento de la historia, justo después de iniciada la lucha de Independencia, comenzada por el general Ignacio Allende y el entonces “generalísimo” Miguel Hidalgo, luego de que el ejército insurgente cayera en la batalla en el Monte de las Cruces, ambos generales del movimiento insurgente, tuvieron roces fuertes de discusión y entonces Hidalgo decidió separarse de Allende para ir a gobernar las tierras de Guadalajara… ahí fue recibido con júbilo y admiración de los pobladores, fue tanta la algarabía a su llegada, que hasta el propio Miguel Hidalgo cayó en la tentación de la egolatría (la cual siempre condenó) y llegó a autonombrarse su “Alteza serenísima”. Comienzo con esta reflexión porque soy un total convencido de que la historia es redonda, es cíclica y se repite nuevamente en el futuro. Soy honesto con lo que digo… me preocupa bastante que estén dándose gobiernos alrededor de la nación, con altos tintes de culto a la personalidad; aquello tarde o temprano se acaba, y la gran responsabilidad de gobernar, queda desnuda sin el manto de carisma y culto a la personalidad que puede convertirlos en verdaderos villanos. “Puedes morir siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano”, dijeran en una película de conocido superhéroe. Las escenas que vimos este fin de semana, en las cuales, una turba de manifestantes irrumpieron en una reunión de plan de entrega de apoyos para damnificados en Huauchinango, Puebla, del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue la muestra clara de que afectados por el paso del huracán Grace, están hartos del discurso fácil, popular… casi aprendido como tablas de multiplicar; pero que en esencia no reacciona, ni soluciona su terrible realidad de que se quedaron sin nada por las recientes lluvias y tienen una respuesta de un gobierno que dice que les va a ayudar, pero hasta la fecha no han recibido un apoyo real… sólo palabras, palabras y más palabras. México es un país bastante complicado para gobernar, tiene regiones sumamente complicadas y olvidadas, otras ya son gobernadas por el crimen organizado y otras… pareciera que simplemente las quieren olvidar o tienen su propia forma de gobierno. Está claro que gobernar sí requiere de mucha ciencia, porque tarde o temprano el cartucho del carisma y la popularidad se acabarán, y será solamente su capacidad de gobernar la que quedará expuesta. Insisto, me aterra que se piense que sólo la popularidad puede ser forma de gobierno; pero comprendo que las figuras del pasado, altamente comprobadas de que fueron muestras de una alta corrupción en administraciones del régimen anterior, provocaron que llegaran otras al ejercicio de la vida pública… pero, quiero concluir con lo que escribí al principio de esta columna de opinión; Si Miguel Hidalgo llegó a caer en la tentación del culto a la personalidad… ¿qué será lo que diferencie a los que están hoy en el poder? Sólo el tiempo nos lo dirá. Nos leemos la próxima semana, hasta entonces… hasta siempre.