Vínculo copiado
Ya hay estrategias para combatir la inseguridad y la violencia que irremediablemente trae como funesta consecuencia
00:02 domingo 20 marzo, 2022
Colaboradores
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona ya tiene la Guardia Civil y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. El presidente municipal de la capital también tiene una Secretaría similar, equipos y tecnologías ya en marcha. Ambos pusieron la vara muy alta: vivir sin miedo y una capital segura. Valga el ejemplo para ilustrar el desafío. Un saltador de pértiga va a unos juegos olímpicos, para eso se ha preparado toda la vida. Va por la medalla de oro, por lo gloria y anhela pasar a la historia con el salto más alto que nadie haya alcanzado. Contempla emocionado cómo sus principales adversarios fracasan en sus saltos al quedarse cortos en la altura que él sabe qué puede salvar, incluso con facilidad.
Decide jugarse todo en un solo salto y solicita que coloquen la vara lo más alto, a donde ninguno de sus contrincantes alcanzó. Sabe que es el triunfo absoluto o frustración total. En ese escenario se encuentran el mandatario y el alcalde: superan el reto o fracasan. Antes y después de asumir sus cargos, Gallardo y Galindo ofrecieron a las y los potosinos que lograrán lo que antes nadie ha hecho: restaurar la paz y tranquilidad. La gente les creyó y les entregaron el voto; ganaron y ahora son el señor gobernador y el señor presidente municipal. Ya hay estrategia, en adelante, los resultados son lo único que cuenta. Transcurre apenas el primer semestre de sus administraciones, período en el que las cosas no son tan distintas a como estaban antes, lo cual puede explicar en cierto modo, que no es del todo su responsabilidad pues su estrategia no se había aplicado. Todo lo que ocurre en San Luis y en la capital, es de su responsabilidad desde que asumieron sus mandatos, pero ahora lo es más dado que ya tienen estrategias propias de combate de la delincuencia. El panorama actual es del todo desalentador. De octubre a febrero, 217 ejecutados en el estado; promedio mensual de 43 víctimas. En la capital aumentó el homicidio doloso, de modo que se encuentra entre los municipios prioritarios en México con mayor incidencia. Concentra el 48 por ciento de todos los homicidios en el estado. El ayuntamiento presume la presunta disminución de delitos del fuero común, pero se guarda los datos sobre ejecutados. Es imposible tapar la sangre con un dedo, ahí están los últimos casos, los del viernes: tres ejecutados, uno de ellos, desmembrado, descubiertos en el puente de Bulevar Antonio Rocha Cordero y Avenida SalK. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero el gobernador y el alcalde ofrecieron que eso se acabaría. El tiempo dirá si las estrategias se muestran efectivas o terminan en una disolución más. El alcalde Galindo ha dicho que toda estrategia en materia de seguridad requiere de tiempo para su “maduración” y es cierto, pero no dijo eso en campaña. La sociedad potosina ya parece haber colmado su paciencia tras los reiterados fracasos de las últimas administraciones. Hay hartazgo y decepción. Por eso, convendría que tanto el gobernador como el alcalde, le hagan un poco de caso al sacerdote Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de SAN Luis Potosí, quien hace unos días los exhortó a “hablar menos y trabajar más”.