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Esa oferta representa una variante al esquema original de desarme exigido, y puede abrir una ventana diplomática
23:00 miércoles 10 diciembre, 2025
Mundo
Un dirigente de Hamás propuso congelar el armamento del movimiento islamista a cambio de una tregua durable en Gaza y se mostró abierto a la presencia de una fuerza internacional de mantenimiento de la paz en la frontera del territorio palestino con Israel. "La idea de un desarme total es inaceptable para la resistencia (Hamás, NDLR). Lo que está propuesto, es una congelación, o un almacenamiento (...) para dar garantías contra cualquier escalada militar desde Gaza con la ocupación israelí", declaró Jaled Mechaal ex numero uno del movimiento islamista palestino, en una entrevista a la cadena catarí Al Jazeera.
Es la idea que nosotros discutimos con los mediadores, y pienso que con una posición estadounidense pragmática (...) esa visión podría ser aceptada por la administración estadounidense", señaló. La primera fase del plan del presidente estadunidense Donald Trump para poner fin a la guerra, preveía, con el inicio de una tregua el 10 de octubre, la restitución de los rehenes vivos y muertos retenidos en Gaza, a cambio de centenares de presos palestinos detenidos en Israel. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el domingo que espera "muy pronto" pasar a la segunda fase del plan, y anunció un nuevo encuentro con Trump el 29 de diciembre. La guerra fue desencadenada por el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023.
Debate sobre desarme de Hamás En ese contexto, la propuesta reciente de Hamas de “congelar” su armamento —en lugar de entregarlo totalmente— y aceptar una fuerza internacional de mantenimiento de la paz surge como una posible puerta para avanzar hacia una tregua duradera y una estabilización de Gaza. Esa oferta representa una variante al esquema original de desarme exigido, y puede abrir una ventana diplomática. La idea de una “congelación” busca ofrecer garantías contra una escalada militar desde Gaza, al tiempo que permitiría a actores externos —como una fuerza internacional— supervisar la seguridad y estabilidad del territorio, alivianando tensiones. Al aceptar esta opción, muchas de las demandas de la comunidad internacional podrían acomodarse sin obligar a un desarme absoluto inmediato. No obstante, la fragilidad del acuerdo de 2025, el incumplimiento de muchas de sus cláusulas (como distribución de ayuda, reconstrucción y seguridad) y la persistente inseguridad en Gaza —con agrupaciones nuevas que compiten por el control— hacen que toda propuesta de tregua o desarme sea vista con escepticismo por amplios sectores internacionales.
Con información de Excélsior