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Para algunos, se trata del nuevo orden impuesto por la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense, y se habla incluso de una nueva Yalta
00:02 viernes 28 febrero, 2025
Colaboradores“Estamos en una nueva era en la que, en general, las relaciones internacionales no van a estar determinadas por reglas e instituciones multilaterales”, dijo Sir Alex Younger que fue jefe del servicio de Inteligencia británico MI-6 entre 2014 y 2020. Para el analista, las relaciones internacionales “van a estar determinadas por hombres fuertes y acuerdos… Esa es la mentalidad de Donald Trump, ciertamente la mentalidad de (el presidente ruso Vladimir) Putin. Es la mentalidad de (el presidente chino) Xi Jinping”.
Y, por tanto, “No creo que vayamos a volver a lo que teníamos antes”.
La advertencia no es tranquilizante, y menos para países de menor tamaño o que ponen su fe en las leyes internacionales y los organismos multilaterales.
Para algunos, se trata del nuevo orden impuesto por la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense, y se habla incluso de una nueva Yalta, como aquella conferencia en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial cuando los entonces líderes de Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia para convenir condiciones de paz y zonas de influencia.
Para otros es algo más profundo, si la invasión de Ucrania es una señal.
"Creo que estamos viendo acuerdos, estamos viendo una conversación sobre esferas de influencia", dijo Younger.
La visión del exjefe de inteligencia es en todo caso un golpe para aquellos que piensan de forma idealista en el panorama internacional. Los contrapesos de las potencias son relativos. La diferencia mayor podría estar en que tan cerca o tan lejos se encuentre cada país de uno de los centros de poder.
Después de todo, Trump parece determinado a romper con todas las normas que guiaron la política exterior estadounidense durante los últimos 80 años y favorece una formulación más transaccional, o más realista si se quiere, en sus intercambios con el exterior.
La forma en que se acerca a la relación con México y Canadá, sus vecinos inmediatos, es una señal. Ya no es de atraerlos mediante la integración económica, sino con la amenaza económicas, de anexión, como en el caso canadiense y hasta de intervención militar en el mexicano.
Para Younger, "el sistema que teníamos antes se basaba en el momento unipolar, en el que Estados Unidos tenía tanto los medios como la voluntad de afirmarse en todo el mundo. Creó lo que llamamos globalización, la estructura de seguridad internacional", pero ahora "es un actor significativamente más pequeño".
No se les puede desestimar. Son, y serán por un buen tiempo, lo que Younger definió como "un país prodigioso" en relación con otros, pero su capacidad para establecer reglas en todo el mundo "ya no existe", aunque parece evidente que sí mantienen la fuerza necesaria para impedir la instauración de nuevas normas y presionar en su esfera inmediata.
Las implicaciones para las relaciones en el área norteamericana están por verse, o resentirse.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE