Este primero de abril el banco central de los mexicanos, el Banco de México, mejor conocido en el ambiente económico y financiero con Banxico estará cumpliendo 28 años de autonomía, al celebrar la reforma al artículo 28 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos que en aquel lejano 1994 convirtió a este banco en el eje central de la política monetaria y sobretodo dejar bajo su cuidado el ingreso de los mexicanos al controlar la tan temida inflación y participar de manera activa en la consecución del crecimiento económico del país.

Ahora bien, dentro de este entorno económico y financiero, existen ciertas fechas, hechos y datos -como el dato de alza o baja de la tasa de interés de referencia- que, por la importancia de los mismos, la secrecía es indispensable para no modificar ni dar pie a lucubraciones que puede afectar en la posición financiera y económica no solo a una gran cantidad de empresas, si no también pueden verse afectados el común de las personas y se lo platico por qué en tres puntos.

Primero, en estas casi tres décadas ningún presidente había incurrido en una indiscreción de esta índole, es más, suponíamos ingenuamente que las decisiones tomadas por el grupo de gobierno del Banxico se mantenían en total secrecía para no afectar a los mercados, el pequeño desliz del jueves anterior puede costar tan poco o tan mucho como la confianza del propio Banco de México.

Segundo, dentro de los principios fundamentales de actuación del código de ética de la comunidad bursátil mexicana el numero 7 dice: “No uses ni divulgues información privilegiada”, lo anterior hace referencia a que la información debe utilizarse a partir de que se hace del conocimiento público, de lo contrario los mercados pueden verse afectados y de esto último tenemos tristes recuerdos, solo basta remontarse al año 1994 cuando hubo una salida masiva de dólares, por la filtración de información sobre la devaluación que se llevaría a cabo.

Tercero, ¿ahora en quién vamos a creer?, la preparación técnica y científica de la gobernadora y sub-gobernadores no están en tela de juicio, de hecho, lo que Banxico decía se seguía ciegas por la fe y la confianza en sus órganos, lo que ahora puede estar en tela de juicio es precisamente eso la autonomía del banco central, creo que deben estar lamentando en grado superlativo lo ocurrido.

En fin, seguramente habrá muchas personas que no dimensionan el problema que esto ha ocasionado, ahora si que “palo dado, ni Dios lo quita” y seguramente el tiempo y las distracciones harán que este lapsus se minimice o en el peor de los casos se olvide, al cabo lo que se pierde solo la confianza. Twitter: @Oliver_Arroyo

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