A estas alturas, la inflación ya es un acontecimiento brutal para el sector restaurantero; con los elevados costos, el margen de utilidad es muy poco, señaló Eduardo Kassis Chevaille, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos (Canirac). Los empresarios restauranteros, han decidido mantener los mismos precios de sus menús, pues saben que al aumentarlos, corren el riesgo de quedarse sin clientela, derivado de que los precios de los platillos serían incosteables. “Está desproporcionada la inflación, quien costeó sus recetas en enero, hoy está totalmente fuera de sus costos, está totalmente rebasado”. Detalló que el vino, tiene un incremento que va del 50 hasta el 150 por ciento, en el caso de los lácteos, el aumento ha sido del 30%, de la carne ya se registró el 50%, además de alzas a insumos “básicos” como harina de trigo, aceite, huevo, pollo. Los precios no pueden empatarse a la inflación, “si tu aplicaras esos mismos incrementos al restaurante, el restaurante quiebra, entonces se está disminuyendo muchísimo el margen, vamos entendiendo que esto puede hacer que en el tiempo, desaparezcan incluso los restaurantes”. Aunque los indicadores económicos señalan que la inflación continuará para el 2024, Kassis Chevaille dijo que no aguantarían ni el 2023, ya que cada vez es más incosteable continuar para el sector.