La Asociación de Residentes de Marina Vallarta celebró la instalación de un nuevo módulo de juegos infantiles en el Parque Albatros, ubicado junto a la iglesia María Reina de la Pasión, gracias a la donación de un vecino de la comunidad con un valor aproximado de 400 mil pesos. En entrevista para “Así las Cosas” Antonio García Álvarez, administrador de la Asociación, destacó que este logro responde a la necesidad de contar con espacios recreativos seguros y de calidad para las familias de la colonia. “Estamos convencidos de que la base de la sociedad sigue siendo la familia, con valores y espacios de convivencia. A pesar de la influencia de la tecnología en nuestros días, creemos que debemos regresar a las bases de la recreación para que los niños y jóvenes aprovechen áreas como este parque. Con estos nuevos juegos buscamos fortalecer la convivencia y la sana diversión”, señaló. El módulo de juegos, tipo playground, incluye resbaladillas, columpios, casetas, túneles y estructuras diseñadas para estimular el desarrollo físico y social de los niños en un entorno seguro, lejos del arroyo vehicular. La instalación se llevó a cabo la semana pasada y desde entonces ya está disponible para su uso. Además, García informó que la Asociación de Residentes asumirá la responsabilidad del mantenimiento y limpieza del área, y que próximamente se implementará un reglamento para asegurar que estas instalaciones sean utilizadas exclusivamente por niños. “El siguiente paso será habilitar baños y lavabos en la zona, de manera que el parque siga evolucionando como un espacio digno para las familias. Queremos que este lugar se mantenga como punto de encuentro, donde los más pequeños puedan jugar mientras los padres conviven en un ambiente seguro y agradable”, agregó. El Parque Albatros, que ya cuenta con áreas verdes, cancha de basquetbol y voleibol, así como espacios para pasear mascotas, se ha consolidado como un espacio central de convivencia en Marina Vallarta. Con la llegada de los nuevos juegos, se espera que incremente aún más su actividad, especialmente por el número de niños que habitan en la zona y quienes asisten a la parroquia cercana. “Estamos muy contentos de poder habilitar áreas para las nuevas generaciones. Este tipo de proyectos son prueba de que cuando los vecinos se organizan, se pueden lograr cosas grandes para la comunidad”, concluyó Antonio García