Las intensas lluvias registradas el jueves en la región costera de Malibú, California, provocaron varios deslizamientos de lodo y escombros. Uno de los incidentes más impactantes ocurrió cuando la fuerza de la corriente arrastró una camioneta del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) hasta el océano Pacífico, mientras un miembro de la corporación se encontraba dentro. El suceso tuvo lugar poco después de las 17:00 horas en la Carretera de la Costa del Pacífico (PCH), en medio de fuertes precipitaciones que azotaron el área.

Un video capturó el momento en que el bombero logró ponerse a salvo al salir del vehículo y regresar a la carretera tras ser empujado por la escorrentía hasta la orilla del mar.

"Afortunadamente, el miembro pudo salir de su vehículo y alcanzar la seguridad con heridas leves. Fue transportado a un hospital local como precaución", dijo el capitán de LaFD Erik Scott, confirmando que su compañero se encontraba fuera de peligro. Sin embargo, el SUV destrozado continuó dentro del agua hasta altas horas de la noche, con las olas chocando contra él y dificultando su recuperación.

"No queremos que suceda, pero la Madre Naturaleza siempre parece ganar aquí", comentó Chris Hanson, residente de Malibú, mientras observaba cómo la corriente de lodo bloqueaba gran parte del camino. Además, Hanson describió la compleja labor de los equipos de emergencia al intentar remover el lodo: "Es solo pegajoso, Malibu Clay Mud, y definitivamente actuará como una taza de succión y te chupará bastante bien".

Debido al riesgo de nuevos desprendimientos y a las inundaciones, las autoridades decidieron cerrar por completo la PCH entre Chautauqua Boulevard y Carbon Beach Terrace. Los bomberos se vieron obligados a sumergirse hasta la cintura para contener el avance del agua, y señalaron que el famoso restaurante Duke’s de Malibú también sufrió filtraciones producto de las lluvias. La fuerza de la corriente hizo que incluso las excavadoras, enviadas para despejar los escombros, quedaran atrapadas en el barro por la saturación de agua.

Ante la persistencia del temporal, 20 mil personas que habitan el área de quemas en Palisades recibieron órdenes de evacuación obligatoria, mientras que otras 5 mil se encuentran bajo alerta de evacuación. Quienes aún se desplazan por las carreteras de Malibú advierten sobre la urgencia de extremar la precaución. "Hay algo de barro con algunos escombros, y que definitivamente es preocupante. Definitivamente, mantuve el auto en toda la tracción en la rueda", comentó uno de los conductores locales.

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Las autoridades educativas también han tomado medidas de seguridad, confirmando que las cuatro escuelas de Malibú permanecerán cerradas el viernes, a fin de salvaguardar la integridad de estudiantes y personal. La inestabilidad de los acantilados, debilitados por las lluvias y los incendios previos, ha incrementado el peligro de derrumbes y ha obligado a la población a extremar la cautela en toda la zona costera.

Con información de Excélsior