Casi siete semanas después de someterse a una importante cirugía abdominal, la Princesa de Gales, Kate Middleton, ha sido vista en público por primera vez, marcando un significativo paso adelante en su proceso de recuperación. La princesa fue fotografiada en el asiento del copiloto de un vehículo todoterreno, acompañada por su madre, Carole Middleton, cerca del Castillo de Windsor, donde reside junto al Príncipe Guillermo y sus tres hijos en Adelaide Cottage. La imagen de Kate, capturada por primera vez desde su intervención quirúrgica, muestra a la princesa con un semblante positivo y en buen estado de salud. Vestida con un abrigo negro y protegiendo su mirada con unas gafas de sol, la esposa del heredero al trono esbozó una leve sonrisa, un gesto que sus seguidores interpretan como una señal de su favorable recuperación. Las fotografías, publicadas por el portal TMZ, han sido bien recibidas por aquellos preocupados por la salud de la princesa, especialmente después de un período de especulaciones y rumores sobre su estado. La reaparición de Kate Middleton se produce tras semanas de discreción y silencio por parte de la familia real, en las que se ha mantenido la privacidad sobre los detalles de su salud. La ausencia del Príncipe Guillermo en el funeral de su padrino, Constantino de Grecia, avivó las especulaciones hasta que el Palacio de Kensington aclaró que la Princesa de Gales retomaría sus compromisos oficiales después de Semana Santa, cumpliendo con el calendario previamente anunciado. La familia real británica enfrenta un momento de cambios y desafíos, con el Príncipe Carlos III abordando su propio tratamiento contra el cáncer y la Reina Camilla tomando un breve descanso tras una intensa agenda de compromisos. El Príncipe Guillermo, por su parte, ha retomado sus actividades oficiales desde el 7 de febrero, después de un breve paréntesis para apoyar a su esposa en su recuperación. La última aparición pública de Kate Middleton había sido durante el servicio religioso de Navidad en Sandringham, una tradición de la familia real. Durante su convalecencia, la Princesa optó por pasar tiempo en la residencia de campo en Norfolk, aprovechando el receso escolar para disfrutar de un entorno tranquilo y familiar.

Con información de Excélsior