El 3 de agosto de 2019, un joven supremacista blanco, identificado como Patrick Wood Crusius, entró armado con un fusil automático a un centro comercial de El Paso (Texas) y comenzó a disparar contra los asistentes, principalmente mexico-estadounidenses o mexicanos. Dio muerte a 23 e hirió a 22.

Crucius fue sentenciado a 90 cadenas perpetuas consecutivas por delitos de odio. Pero en términos estadísticos, es uno de los más de 500 ataques o intentos realizados por grupos o personas de derecha en Estados Unidos desde 2002.

La derecha es la principal protagonista en incidentes de violencia política en EU. Y con mucho, con incidentes como el del 6 de enero de 2021, cuando grupos y personas inspirados por teorías de la conspiración y alentados por la retórica republicana sobre un presunto fraude electoral, invadieron el Capitolio de Washington con la esperanza de evitar la certificación de las elecciones de noviembre de 2020 y la victoria de Joe Biden.

Hoy, grupos afines creen estar cerca del poder con la elección de Donald Trump, que reasumirá la Presidencia el 20 de enero. La polarización política es un peligro real en Estados Unidos y por años se ha traducido en actos de violencia que a veces parecen casi inexplicables.

La radicalización inspira sobre todo a personas que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) definió en su momento como "lobos solitarios", o sea individuos que deciden actuar por cuenta propia y que en Estados Unidos están abrumadoramente identificados con grupos o causas de derecha. Pero la inspiración no es solo política.

Shamsud-Din Jabbar, el autodefinido militante del Estado Islámico (ISIS) que en la madrugada del primero de enero lanzó una camioneta rentada contra una multitud que festejaba en Nueva Orleans la llegada de 2025 y murió en un tiroteo con la Policía, parecía tan motivado por sus divorcios y adeudos como por una ideología que aprendió en línea.

El mismo día, el sargento de Fuerzas Especiales Matthew Livelsberger se suicidó e hizo estallar un cargamento explosivo en un 'cibercamión' marca Tesla frente al hotel Trump de Las Vegas, en un aparente manifiesto simbólico de descontento político. Livelsberger enfrentaba también problemas personales importantes.

Más de 70% de los incidentes terroristas desde 2002 fueron cometidos por grupos de extrema derecha, sean racistas o antigubernamentales, de acuerdo con bases de datos de la Liga de Antidifamación (ADL) judía y el Southern Poverty Law Center (SPLC). Una lista divulgada por la cadena NBC precisó que de 2002 a la fecha se ha realizado o frustrado más de 562 atentados por grupos derechistas, 125 por presuntos islamistas y 67 por elementos considerados como de izquierda. En cierta forma, nada nuevo bajo el sol. La existencia y evolución de grupos nacionalistas de derecha, frecuentemente violentos, es parte de la historia estadounidense. Y ahora llegan al poder.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS  

COLABORADOR   

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