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En la Conferencia de Naciones Unidas para los asentamientos humanos Hábitat III...
00:02 domingo 18 diciembre, 2022
ColaboradoresEn la Conferencia de Naciones Unidas para los asentamientos humanos Hábitat III, que se realizó en Quito en octubre de 2016 se acordó la Nueva Agenda Urbana, ¿pero en que hemos avanzado?
La Nueva Agenda Urbana (NAU) es una guía que, líderes de Estado definieron en común acuerdo, la urbanización bien planificada y gestionada puede ser una fuerza transformadora para acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es importante recordar que cuando se definieron los ODS, a partir de la revisión de los Objetivos del Milenio, por primera vez a nivel global, la ciudad ocupó un lugar en la reflexión de los retos más importantes, el Objetivo 11 plantea que las ciudades deben de ser resilientes, seguras, incluyentes y sustentables.
La importancia de la ciudad radica en que, al concentrar más del 65% de población en el mundo, también concentran los problemas como la pobreza, el analfabetismo, agua, y en general todos los retos que se establecieron cuando estábamos por terminar el siglo XX
La NAU define una serie de preocupaciones, principios, objetivos y metas para que las ciudades implementen acciones desde lo local. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó en el año 2018, el Plan de Acción Regional para la implementación de la NAU que incluye estrategias con un horizonte para el año 2036 en materia de inclusión, economía urbana, inclusión, sostenibilidad ambiental y un gobierno efectivo y democrático.
Actualmente, ya existen iniciativas para evaluar los primeros cinco años de la NAU, ya que más allá de los retos y los objetivos planteados, la NAU exige una acción desde los gobiernos locales, pero ¿Qué hemos hecho?
En temas de alinear la NAU a las políticas públicas, en México existen pocas ciudades con avance. Si bien el punto de partida es que el gobierno municipal se comprometa a cambiar la forma de construir la ciudad, a excepción de Guadalajara, Querétaro, Puebla Veracruz, y por supuesto la ciudad de México, han emprendido acciones decididas, de entre las más de 360 aglomeraciones urbanas importantes. Querétaro, por ejemplo, instaló una oficina de Naciones Unidas en su IMPLAN, por su parte Guadalajara y Puebla diseñaron un programa urbano basado en el cumplimiento de la NAU.
Un segundo elemento es la visión compartida con los grandes inversionistas, en este punto las agencias de cooperación urbana, tema relativamente novedoso, se convierten en el principal instrumento de acción. Como tercer elemento, actualmente se continúa discutiendo cuál es la mejor forma de medir la acción de los gobiernos locales para el cumplimiento de la NAU, inicialmente se empleó el Índice de Ciudades Prosperas, en el cual por cierto San Luis tiene 5.6. En esa misma idea, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí a través de la Facultad del Hábitat, trabaja con El Colegio de México en un informe que dé cuenta del avance en la implementación de la NAU desde los gobiernos locales.
Los objetivos del milenio dejaron muchos retos, estamos a 7 años de alcanzar el horizonte de la Agenda 2030 de los ODS y llevamos cinco con la NAU, poco hemos hecho para tener una política urbana sólida en México, que despliegue acciones hacia los gobiernos estatales y marque un derrotero para los gobiernos locales. Desde los municipios se debe construir el liderazgo para el cambio en la ciudad, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Querétaro lo han podido hacer, tal vez lo único que necesitamos es aprovechar las mejores prácticas o las lecciones aprendidas.