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Uno pensaría que un gobierno tiene que prever científicamente los desastres, desplegar a especialistas de diferente naturaleza
00:10 jueves 16 octubre, 2025
ColaboradoresNuestros gobiernos y legisladores tienen varias formas de enfrentar eso que los colegas de los medios llaman “tragedia”.
La primera forma, de siempre pero muy de la 4T, consiste en poner “centros de acopio”, acompañados de boletines en los que nos aclaran qué es lo que necesitan nuestros conciudadanos en desgracia. Ya saben: que el agua embotellada, que los frijoles en bolsa, que el atún en lata, que el ibuprofeno, que el papel de baño. Coincidirán en que es raro. Uno pensaría que un gobierno tiene que prever científicamente los desastres, desplegar a especialistas de diferente naturaleza, administrar el dinero que se va a canalizar al sismo o inundación en turno, preguntarle a los hospitales públicos qué necesitan. No en este México. Aquí el gobierno se dedica a pedir dinero a los ciudadanos que ya le dieron dinero vía impuestos. Es comprensible. Los desastres naturales son carísimos, por eso teníamos dineros reservados para enfrentarlos. Lo que pasa es que llegó el licenciado López y esos dineros se esfumaron, en algunas cosas misteriosas y en otras como refinerías que no refinan y trenes que no llevan gente.
La otra cosa que hacen los gobiernos es apersonarse en las zonas de desastre, y aguantar que la ciudadanía desesperada e indignada les grite, les bloquee el paso en la camioneta y los insulte. Más bien, hacen eso ahora, porque la costumbre estaba perdida. El licenciado López, mientras se gastaba el Fonden, se negaba a ir a zonas de desastre para, supongo, que no le mentaran la madre. Normal. Es muy difícil aguantar que te increpen cuando tu vida política toda está dedicada a cultivar la veneración del pueblo. Queda para el recuerdo la imagen de cuando sí fue y el jeep se quedó atorado en el lodo.
Otra actividad muy de nuestros gobernantes es “levantar censos”. ¿Huracán? ¿Inundación? Tranquis: va un censo. Menos mal. Imagínense que mandaran la ayuda que pagamos nosotros al puro chilazo. Bien que lo aclaren.
Luego hay otro tipo de “tragedias”, que son las de origen humano. En México se trata, casi sin excepción, de masacres, matanzas, carnicerías (llámenlas como quieran, salvo “multihomicidios”). En estos casos, el gobierno suele hacer dos cosas. La más desconcertante: “condenar”. Sí: en México los gobiernos trabajan condenando asesinatos.
La segunda cosa puede que sean dos cosas, no es fácil decirlo: “implementar acciones” y “reforzar acciones”. Se entiende: no hay actividad de gobierno que no implique, también, un atentado contra el idioma español. Por lo demás, nadie sabe qué significa eso, como nadie entiende lo de los censos, o cuál es la utilidad de las “condenas”.
Lo que sí se entiende es que te pidan dinero y/o “insumos”. Están quebrados. Lo que nos lleva, para terminar, a otro “no se entiende”: que les tengas confianza como para dárselos.
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09