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Ahora que los republicanos están en posesión de la Casa Blanca, tienen mayoría en el Congreso
19:19 martes 5 agosto, 2025
ColaboradoresEl pasado fin de semana 30 diputados demócratas del Congreso de Texas salieron del estado para negar a los republicanos el "quorum" necesario para votar una nueva ley que rediseña el mapa electoral y en principio aseguraría cinco diputaciones federales más para el partido del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Texas es el primero y más grande, pero no el único, donde las mayorías legislativas republicanas en congresos estatales buscan asegurarse todas las ventajas de cara a las elecciones intermedias (legislativas) de 2026 y mantener la mayoría a toda costa en las dos cámaras del congreso federal.
Otros son Florida, Ohio y Missouri. Los demócratas, por su parte, analizan hacer algo similar en "sus" estados de California, Nueva York y Nueva Jersey.
Durante los últimos años, el presidente Trump y sus republicanos denunciaron insistentemente que las elecciones están "trucadas" en su contra, sin poder demostrarlo.
Ahora que están en posesión de la Casa Blanca, tienen mayoría en el Congreso y un Poder Judicial favorable, buscan aprovecharse. El sistema electoral estadounidense no es inmune a la posibilidad de trampas, y la fama es que las han habido.
El folklore político habla de muertos votantes, "acarreados" y medidas para "desalentar" el voto de los adversarios. Pero más allá de las urnas, las posibilidades son mejores y hasta cubiertas de un manto de legalidad. Los republicanos tienen ahora 220 de 435 diputados en la Cámara baja del Congreso estadounidense y tratan de preservar o aumentar ese número en 2026. "Una redefinición muy simple. Ganamos cinco escaños", dijo Trump recientemente, al hablar de la iniciativa de ley en Texas.
El proceso se llama gerrymandering y tiene literalmente 200 años de antigüedad. Se trata, simplemente, de crear distritos donde la mayoría de la población se identifique con un partido y dividir aquellos donde la oposición tiene ventaja. Ha servido también para diseñar distritos dedicados a asegurar la elección de representantes (diputados) de minorías étnicas.
El nombre gerrymandering proviene de la combinación del nombre del gobernador Eldridge Gerry, de Massachusetts, y salamandra, y surgió cuando para asegurar la victoria de su partido político rediseñó un distrito de tal forma que parecía una salamandra. El término es académicamente reconocido hoy.
El proceso es legal, ciertamente. Los distritos electorales deben ser rediseñados cada diez años por las legislaturas estatales para acomodar variaciones de población, de acuerdo con el censo. Pero las reorganizaciones electorales a mediados de década son, más bien, un intento de cargar los dados hacia un lado, y en este caso muchos activistas afirman que afectará desmedidamente a latinos y afro-estadounidenses.
Pero al final del día, es una señal más de la polarización política de Estados Unidos.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE