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Con una mentalidad derrotada, con una falta de credibilidad en quienes conforman su militancia y sus capacidades, Cortés se ha ganado el mote del “gris, gris, gris”
00:22 domingo 7 noviembre, 2021
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Solo los perdedores se dan por vencidos antes de entrar al campo de batalla, a menos que ya hubieran negociado la derrota. El dirigente nacional del partido Acción Nacional Marko Cortés no tiene madera de líder, de capitán, de dirigente porque ni el líder se derrota antes de salir a la batalla, ni el capitán abandona el barco primero, y con lo dicho hace unos días por el dirigente, parece que ya no tiene caso salir al campo de la contienda electoral el próximo año, ni para el 24. Con una mentalidad derrotada, con una falta de credibilidad en quienes conforman su militancia y sus capacidades, Cortés se ha ganado el mote del “gris, gris, gris”, o como el “perdedor”, calificativos que le han dado dos guanajuatenses, entidad en la que lleva gobernando 30 años el PAN. Y es que eso de salir a decir que “…la única gubernatura que tenemos posibilidades de ganar, reales, auténticas y bien ganada es esta (Aguascalientes). No hay más. Está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca, qué les cuento”, dejó fríos a los panistas, hasta sus “amigos” que controlan el padrón de militantes, gracias a lo cual se reeligió. Pero en fin, ya la regó dirían, ahora que lo reconozca por lo menos y que se vaya de la dirigencia en el 2024 o antes de ser posible Hoy esa es la imagen de quienes controlan al PAN, de esos pequeños caciques incrustados en las dirigencias estatales y hasta en las municipales y que fueron los que le dieron el triunfo al michoacano para continuar al frente de los azules. Pero ante a la mediocridad surgen voces como la de Adriana Dávila, la panista que frente a lo dicho por Cortés escribió en su cuenta de twitter “al igual que aquel que se dio por vencido, se equivoca quién anticipa su triunfo. Nuestro partido es mucho más que eso”. Y es que el PAN y mucho menos los panistas pueden claudicar antes de la batalla electoral, saben que su trabajo para lograr el “bien común” es convencer ir de la nada al todo, así nacieron y así lo han hecho hasta llegar a la presidencia de la república.
Pero con personajes como Cortés y sus seguidores no será posible, por eso deben buscar los liderazgos en cada una de las dirigencias estatales que empujen a la militancia y sobretodo a la ciudadanía, al trabajo, a la organización, a la participación, no a la derrota. Porque como dijo el Maquío: “solo vale la pena vivir por lo que se está dispuesto a morir” y México lo vale, como lo vale San Luis Potosí, por eso ante su próxima elección deberán de alejarse de los “amigos” de Marko Cortés porque son iguales, “solo ven para su santo”. Por eso las panistas potosinas deberán reivindicar a su partido. Esta elección para renovar la dirigencia estatal es su oportunidad, no hay de otra. Sumen Verónica, Josefina y Lidia, veremos si son capaces de romper con el “patriarcado maldito”.