Aunque usted no lo crea, las autoridades del Bosque de Chapultepec tuvieron que sentarse a negociar con vecinos de Lomas de Virreyes y anexas, quienes no estaban muy de acuerdo en que se interviniese el espacio de forma que fuera accesible para todos los visitantes. Estos ricanelos sentían que Chapu era el patio trasero de su propia casa. Otro ejemplo es el parque para perritos Gandhi II en POLANCO, que estuvo unos días clausurado ante las quejas de los vecinos. Imaginen el argumento literal: “nos despiertan a ladridos a las 11 de la mañana”. Hágame el refabrón cavor. Tuvieron que ir a hacer una medición de la contaminación por ruido, y resultó que el sonido de los automotores era mucho más alto que el que podría hacer cualquier peludo. Ahora el Parque cuenta incluso con Veterinaria que interviene en caso de que se estén tirando un trompo a la uña los canes. En serio, ha costado tanto trabajo hacer valer los derechos de los seres sintientes. Y tal vez ya lo sepan, pero el ZOOLÓGICO de Chapultepec ya no lo es, ahora se trata del Centro de Conservación de Vida Silvestre; sin embargo, algunos legisladores criticaron que sólo es un cambio estético más que de forma. Pero lo que ahora se hace en este lugar es cuidar, proteger, reproducir en la medida de lo posible y liberar a los especímenes más aptos. En el parque Fuentes Brotantes, los amigos de CORENADR han implementado el programa “Patitas que Nutren” y se trata de una serie de contenedores llamados composteros hechos de madera, donde quienes pasean a sus mejores amigos, arrojan la popis en uno de los contenedores. La bolsita, aunque sea compostable, servilleta, etc. va en una puerta debajo. Debemos arrojar media palita de composta encima para ayudar a que el proceso se inicie. En serio, es difícil imaginar cuántas toneladas de “dudu” se han convertido en una maravillosa “tierra” que hace milagros en los bosques. Recuerden que la composta de heces NO debe ser utilizada en plantas que nos alimenten. Sólo en flores y bosque. Por otro lado, recorriendo el sendero Serpientes y Escaleras en Chapultepec, no paraba de hacer corajes al ver que las personas siguen arrojando pet, vasos o envolturas de golosinas directo en la barranca recién rehabilitada. Me los imagino en su casa dejando regados los calzones con rajita de canela y sus calcetas agujeradas. Con una abnegada madre atrás de ellos, recogiendo el tiradero. No es de Dios. Algunos porque hacen muy suyo el bosque y otros porque pareciera que lo desprecian. Me pareció infame la actitud de unos visitantes, que no contentos con haber arrojado un recipiente de pet grande y todos los vasos utilizados en la hidratación, además contestaron altaneramente a uno de los vigilantes cuando éste les pidió de forma educada que se hicieran responsables y recogiera sus desechos. Uno de ellos exclamó “…inche muerto de hambre”. Y usted… ¿en qué equipo juega?