Que la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum que busca ir contra el nepotismo aplique hasta el 2030 y no el 2027, es "un contrasentido porque está argumentando que queremos construir un México en donde los cargos y las posiciones políticas no se hereden y no sean regaladas a los parientes cercanos, [...], pero entran al debate en el Senado y se empieza a ver la configuración de intereses que hay y se empieza a jalonear el tema", señaló en entrevista el licenciado José Mario de la Garza. "Entonces hacen una reforma en donde le ponen un transitorio que con la prohibición a la asignación de familiares, pero vamos a tener efectos hasta el año 2030", puntualizó. Por ello, aseguró que lo que sucederá en los siguientes años, será ver casos de nepotismo porque al final del día, aún no están prohibidos y con la ampliación de la fecha para que entre en vigor, se estaría mandando un mensaje a los partidos para que "aprovechen estos plazos para posicionar a cuanto familiar puedan porque ya en el 2030 se va a acabar la posibilidad". Si bien, tanto la fecha como la iniciativa habían sido impulsadas desde el primer día de la administración de Claudia Sheinbaum, aseguró que con la modificación que fue impulsada por Manuel Velasco y Adán Augusto López, no solamente visibilizó los intereses que tienen para las próximas elecciones, sino "también habla de la debilidad de la narrativa de la presidenta". "Es una presidenta que nos dicen que tiene mucha popularidad, pero poca eficacia en cuanto a que su discurso se cumpla", añadió. Aseveró: "Ahorita están convergiendo muchísimas fuerzas y que la presidenta no tiene el control ni de su propio partido ni de sus propios grupos y por eso, se logra evidenciar que el tironeo hacia adentro del propio Morena, no acaba de consolidarse como un solo bloque porque ahorita hay mucho tironeo y no les importo contradecir a la presidenta".

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