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Mientras celebraba un logro histórico en el Tianguis Turístico, la gobernadora de Baja California enfrentó un revés de EU: la cancelación de su visa y la de su esposo, desatando una ola de especulaciones
00:02 martes 13 mayo, 2025
ColaboradoresLa edición número 49 del Tianguis Turístico -que recién rompió récord de asistencia- pasará a la historia no sólo por ser el primero con sede binacional entre México y Estados Unidos, sino porque puso a Baja California, y en particular a su gobernadora, Marina del Pilar Ávila, en el reflector internacional. Sin embargo, apenas se apagaban las luces del evento, cuando la administración de Donald Trump tomó una decisión que cayó como bomba: canceló la visa estadounidense tanto a la mandataria bajacaliforniana como a su esposo, Torres Torres. El escándalo estalló en cuestión de horas, corriendo como pólvora de costa a costa. Hasta el cierre de esta columna, no se habían informado de manera oficial las razones de esa drástica medida, pero el vacío informativo fue ocupado rápidamente por rumores: desde investigaciones por lavado de dinero, hasta presuntos vínculos con el crimen organizado, pasando por posibles actos de corrupción. Lo cierto es que Torres no es precisamente un desconocido en el ámbito político. Muy al contrario, su historial es amplio y controversial. Apadrinado en sus orígenes por el expresidente Felipe Calderón, fue dirigente nacional juvenil del PAN, delegado de Sedesol y director del Seguro Popular en Baja California. También coordinó a los diputados panistas en el Congreso estatal, en los años en que el Acción Nacional conservaba cierta hegemonía. Pero en 2019, Torres Torres dinamitó los puentes con Acción Nacional al apoyar -junto a otros legisladores panistas- la polémica reforma que extendía el mandato del entonces gobernador morenista Jaime Bonilla. A cambio, recibió un cargo en su administración. Esa traición le valió la expulsión del partido azul, pero ya cortejaba política y sentimentalmente a Marina del Pilar, entonces alcaldesa de Mexicali, con quien más tarde construiría su camino a la gubernatura. El guion parecía de película: Marina del Pilar ganó la elección en 2021 y se convirtió en uno de los rostros jóvenes más promovidos por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la enarboló como ejemplo de perseverancia y lealtad. Hoy, ese discurso se tambalea. Desde la noche del sábado, cuando trascendió la cancelación de la visa de su esposo, en Palacio Nacional sabían que lo que se venía era una tormenta política. Y no fallaron: horas más tarde, la propia gobernadora confirmó que también le habían negado la entrada a EU. En un mensaje escueto, expresó su respaldo a Torres y atribuyó la situación a un “contexto binacional complejo que requiere templanza y cordura”. Entre los rumores más pesados figura el supuesto involucramiento del Departamento del Tesoro en una investigación que podría implicarlos por actividades ilícitas. A esto se suma el nombre de Ricardo Iván Carpio, exfiscal general del estado, quien salió intempestivamente del cargo en 2023 por “razones personales”, y que -según versiones sin confirmar- estaría detenido en EU como testigo protegido. La decisión de Washington de cerrar sus puertas a la gobernadora tiene implicaciones profundas: no sólo se trata de una mandataria estatal, sino de una gobernadora de una de las entidades clave en la relación bilateral México-Estados Unidos. El portazo, pues, no es menor. En el tablero político, ahora le corresponde mover ficha a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien deberá decidir cómo manejar este episodio en el marco de una delicada relación bilateral con la Casa Blanca. Y, por supuesto, a Morena, con Luisa María Alcalde al frente, le toca enfrentar un nuevo dilema: ¿hasta dónde defender a quien hoy se encuentra en el centro de la tormenta? *** Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “No hay nada más americano que decirte que no eres bienvenido”. POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
@ALFREDOLEZ