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Cierto, puede alegarse que la mejor política externa es una buena política doméstica, pero en el caso estadounidense el tema es más complicado
00:02 jueves 27 febrero, 2025
ColaboradoresEl anuncio del presidente Donald Trump de que mantiene su decisión de imponer aranceles de 25 por ciento a las importaciones de Canadá y México puede tener una buena resonancia en la política doméstica estadounidense, a pesar de sus costos en una multitud de otros terrenos.
Cierto, puede alegarse que la mejor política externa es una buena política doméstica, pero en el caso estadounidense el tema es más complicado. Es en alguna medida parte de lo que algunos comienzan a señalar como una nueva etapa, una en la que Trump y sus asesores abandonan las tesis y doctrinas que siguió su país durante los últimos 80 años.
La fractura alcanza las relaciones con Europa, donde el punto de quiebre puede estar en la situación de Ucrania.
En el caso de la región norteamericana, la impresión de analistas estadounidenses es que la medida arancelaria reducirá el crecimiento económico de Estados Unidos y por tanto los empleos, hará que los salarios caigan y los precios suban, y las represalias de Canadá y México (si llegan) multiplicarán los daños económicos en los tres países. Pero más en Canadá y México que en EU.
Trump afirma que los aranceles son una respuesta a los flujos de fentanilo y de migrantes ilegales de México y Canadá, pero de acuerdo con la Institución Brookings, tendrán consecuencias negativas de inmediato, por sus costos a los consumidores, trabajadores y empresas estadounidenses, sin un vínculo claro entre la imposición de ese impuesto y la reducción de los flujos de migrantes o fentanilo.
"Además, estos aranceles perjudicarán el objetivo de la administración Trump de desarrollar cadenas de suministro más seguras y competir con China", precisó el texto del reporte.
"En términos más generales, debido a que es muy probable que estos aranceles sean incompatibles con el T-MEC, los países comenzarán a cubrirse, creando nuevas opciones para el comercio y la inversión para asegurarse contra un EU poco confiable, lo que incluirá estar más abiertos a expandir las relaciones comerciales y de inversión con China", agregó.
Ciertamente no estaría de más señalar que a menos que haya una corrección, para muchos dentro y fuera de la región norteamericana los aranceles pueden llevar a daños económicos, diplomáticos y estratégicos sustanciales para los propios Estados Unidos.
Pero las medidas y las posiciones estadounidenses encajan con la narrativa política de Trump, que en el caso de la guerra de Ucrania y de acuerdo con el diario Financial Times "prácticamente ha incinerado 80 años de liderazgo estadounidense de posguerra" y se ha convertido en un "depredador descarado", que ahora parece aliado con Rusia y otros países a los que su país antes consideraba adversarios.
O tal vez sea, como afirma el Financial Times, que Trump "está instintivamente comprometido con la idea de que el mundo es una jungla en la que los grandes jugadores toman lo que quieren… Divide el mundo en esferas de interés".
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE