El presidente electo de Irán, Masud Pezeshkian, un relativamente moderado que venció a un rival de línea dura para ganar la elección, pero que probablemente se verá limitado en cuanto a los cambios que puede lograr, instó el sábado a los iraníes a seguir con él en "el difícil camino que tenemos por delante". Pezeshkian, el único moderado en el campo original de cuatro candidatos, ganó la segunda vuelta presidencial del viernes contra el exnegociador nuclear Saeed Jalili. Reemplazará a la línea dura del presidente Ebrahim Raisi, que murió en un accidente de helicóptero en mayo. ¿Qué se espera de Pezeshkian en Irán?

Cirujano cardíaco de 69 años, Pezeshkian se ha comprometido a promover una política exterior pragmática, aliviar las tensiones por las negociaciones ahora estancadas con las principales potencias para revivir un pacto nuclear de 2015 y mejorar las perspectivas de liberalización social y pluralismo político. Sin embargo, muchos iraníes se muestran escépticos sobre su capacidad para cumplir sus promesas de campaña, ya que el Líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, y no el presidente, es la máxima autoridad en la República Islámica. "Querido pueblo de Irán, las elecciones han terminado y este es sólo el comienzo de nuestro trabajo conjunto. Nos espera un camino difícil. Sólo puede ser sencillo con su cooperación, empatía y confianza", dijo Pezeshkian en una publicación en la plataforma de redes sociales X. "Te extiendo mi mano y juro por mi honor que no te abandonaré en este camino. No me abandones". Después de que el resultado de la votación sea confirmado por un organismo de vigilancia electoral de línea dura y aprobado por Jamenei, Pezeshkian prestará juramento ante el parlamento en Teherán en los próximos días. La participación fue casi del 50% en la votación del viernes, tras participación históricamente baja en la primera vuelta electoral de junio 28. Pezeshkian logró ganar con un electorado —cuyo núcleo se creía que era principalmente la clase media urbana y los jóvenes— que había estado ampliamente desilusionado por años de medidas de seguridad que sofocaron cualquier disidencia pública de la ortodoxia islamista. Una fuente iraní dijo que Pezeshkian disfruta de un estatus interno y una relación cercana con el teocrático Jamenei, y puede ser capaz de construir puentes entre facciones para lograr moderación, pero no lograr los cambios fundamentales que muchos iraníes anhelan. La República Islámica ha experimentado dos enfoques de reformistas. La primera, de 1997 a 2005, fue cuando el presidente Mohammad Khatami buscó reformas políticas, una sociedad civil más fuerte y más libertad de prensa, pero se opuso a Jamenei y a los poderosos Guardias Revolucionarios. El segundo fue dirigido por el pragmático Hassan Rouhani de 2013 a 2021. Usó su capital político para asegurar el consentimiento de Jamenei al pacto nuclear de 2015, sin dejar nada para reformas internas. ¿Qué pasará con la política exterior de Irán?

La victoria de Pezeshkian aumentó las esperanzas de un deshielo en las relaciones de Irán con Occidente que podría crear oportunidades para desactivar su disputa nuclear con las potencias mundiales. Al elogiar lo que llamó una "alta participación", Jamenei felicitó a Pezeshkian por su victoria y le aconsejó que continuara con las políticas de Raisi. Los vídeos en las redes sociales mostraban a los seguidores de Pezeshkian bailando en las calles de muchas ciudades y pueblos de todo el país y a los automovilistas tocando las bocinas de los coches para celebrar su victoria. Las elecciones coincidieron con una escalada de tensión regional debido a los conflictos entre Israel y sus aliados iraníes, Hamas, en Gaza y Hezbolá en el Líbano, así como una mayor presión occidental sobre Irán por su programa nuclear en rápido avance. Bajo el sistema dual de gobierno clerical y republicano de Irán, el presidente no puede marcar el comienzo de ningún cambio político importante sobre el programa nuclear de Irán o el apoyo a los grupos de milicias en todo el Medio Oriente, ya que Jamenei toma todas las decisiones en asuntos estatales relevantes. Sin embargo, el presidente puede influir en el tono de la política de Irán y participará estrechamente en la selección del sucesor de Jamenei, ahora 85. Respaldado por el campo reformista de Irán liderado por Jatami, Pezeshkian es fiel al régimen teocrático de Irán y no tiene intención de enfrentarse a los poderosos halcones de la seguridad y a los gobernantes clericales. Los líderes extranjeros enviaron mensajes de felicitación a Pezeshkian, entre ellos el presidente ruso Vladimir Putin y de Arabia Saudita, el rey Salman y el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Con información de Excélsior