Miguel Alejandro de Lara Ojeda (9 de agosto de 1994) supera las barreras, es punta de lanza, demuestra que sí se puede. De niño le diagnosticaron asma, pero eso no le quita el objetivo, esa pregunta que ronda por su cabeza, ‘’¿puedo ser campeón olímpico?”. El de Torreón, Coahuila, espera averiguar la respuesta en Los Ángeles 2028, donde su convicción lo lleva a trazarse a estar en el podio en la natación. “Mucha experiencia. Uno siempre se imagina cómo va a ser el evento más importante de tu vida y tienes en tu cabeza ciertas expectativas, a veces no, pero ahora que ya sabemos cómo es, podemos ir a Los Ángeles buscando subirnos al podio. Para estos Juegos de París estaba seguro de que me iba a meter a una final, ya en una final cualquier posible, pero estaba seguro. Ahora para Los Ángeles una final es algo seguro y la medalla va a ser la buena”, mencionó Miguel de Lara en entrevista. El nadador mexicano tiene claro que para conseguir esa medalla olímpica debe intentarlo hasta el final, luchar con toda su energía y fuerzas, ya que es la única manera de saber si logrará el objetivo. Para estar en el podio de Los Ángeles 2028 tiene una ventaja muy grande. Al no tener un talento nato, todas las mejorías que ha realizado en su carrera las ha identificado y sabe lo que tiene que cambiar o corregir.  “Cuando los atletas son extremadamente talentosos y destacan desde jóvenes, la mayoría de las veces no saben qué es lo que les hace talentosos, o que es lo que los hace tan buenos, qué es lo que les diferencia. Tuve la ventaja de que no fui un talento nato-especial, que desde joven arrasaba, entonces todas las mejorías que he hecho a lo largo de mi vida, siempre he sabido exactamente qué es lo que estoy haciendo, qué es lo que tengo que cambiar, qué cambié, como si fuera un método científico, sé exactamente lo que estoy haciendo y sino mejora, no funciona, sé lo que hice, sí mejoro sé exactamente lo que hice”, declaró. Para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 se visualiza que llegará más fuerte y rápido. “Voy a nadar muchísimo mejor porque sé lo que tengo qué hacer, sé cómo tiene que ser mi macro, cómo tiene que ser mi preparación, sé cómo tiene que ser la preparación a gran escala, viéndolo desde arriba, los tres años y medio, no va a ser otra vez una carrera por dar resultados cada cuatro meses para que no me quiten la beca, para que crean en mí, para que me lleven aquí, para que me lleven allá. Ahora me puedo concentrar completamente en una preparación de tres años y medio con la vista única en Los Ángeles”, mencionó Miguel de Lara. FUENTE: EXCÉLSIOR