Andrés Muñoz advierte que México tiene con qué competirle a Estados Unidos en el Clásico Mundial. Mientras Estados Unidos presume a figuras como Aaron Judge y Paul Skenes para el Clásico Mundial de Beisbol 2026, Muñoz, cerrador de los Marineros de Seattle, lanzó un mensaje claro: México no se achicará ante nadie. Vamos a pelear, no importa quién esté enfrente. Todo el mundo sabe cómo somos los mexicanos: vamos a darlo todo para ganar”, afirmó el sinaloense este martes en conferencia de prensa virtual con medios mexicanos, dejando claro que la selección puede competir al máximo nivel. El próximo Clásico Mundial tendrá un significado especial para Muñoz. En 2023, cuando México firmó su histórica actuación al llegar a semifinales, el derecho no pudo participar debido a que recién se recuperaba de una cirugía Tommy John.  Aunque apoyó desde la distancia, la espina quedó clavada. Me ilusiona muchísimo poder estar. El Clásico pasado no pude ir y eso me pesó. Si este año estoy sano, soy el primero que va a estar ahí”, aseguró con firmeza. La conexión de Muñoz con la Selección Nacional viene de tiempo atrás. En 2017, antes de debutar en Grandes Ligas, fue parte del roster de apoyo que se concentró en los juegos de preparación previos al torneo.   Aunque entonces era apenas un prospecto de solo 18 años, ya había tenido la oportunidad de ponerse el uniforme verde, blanco y rojo, una experiencia que marcó su deseo de representar al país en el máximo escenario internacional. Hoy, con una carrera consolidada, una efectividad perfecta en 15 apariciones esta temporada y perfilándose como uno de los mejores cerradores de Grandes Ligas, Muñoz podría no solo cumplir aquel sueño, sino hacerlo como una de las piezas estelares del equipo mexicano. “Si todos estamos sanos, tenemos con qué pelear”, insistió. Aunque no encaja en el molde clásico del cerrador intimidante, de ceño fruncido y gestos amenazantes, Muñoz ha logrado hacerse de un lugar entre los relevistas más temidos del beisbol. Su personalidad afable fuera del terreno contrasta con la intensidad que muestra cuando sube a la loma. Yo sé que muchos esperan ver al cerrador enojado todo el tiempo, pero para mí lo importante es cambiar esos nervios que llego a sentir todavía antes de cada juego por enojo controlado”, explicó. “Cuando salgo a lanzar, dentro de mí siento un odio deportivo contra el bateador. No importa quién esté en la caja: quiero sacarlo”, añadió. Con una recta que supera las 100 millas por hora y una mentalidad templada, Andrés Muñoz demuestra que no se necesita la pose para imponer respeto: su brazo habla por él. Más allá de su poderosa recta, el cerrador también ha evolucionado en su preparación. Habló de los cambios que ha hecho en su rutina desde su debut en 2019, poniendo énfasis en el cuidado de su cuerpo, la nutrición y la recuperación, consciente de que la consistencia es clave para mantenerse en la élite. Y mientras Estados Unidos presume a sus estrellas, Andrés Muñoz responde desde el corazón de la loma: México está listo para dar la batalla. FUENTE: EXCELSIOR