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Gobernador y alcalde hicieron mucho ruido, de modo que la expectativa ciudadana es muy grande respecto de que las estrategias se traduzcan en resultados efectivos; ya no hay lugar para más fracasos como los de anteriores administraciones.
23:24 sábado 29 enero, 2022
Colaboradores
Abrumada por la inseguridad y la violencia que parecieran eternizarse en San Luis Potosí, la sociedad no pierde la esperanza de que el flagelo se empiece a contener.
Durante las últimas dos semanas, ha surgido información importante de lo que las autoridades se proponen hacer para pacificar la entidad. La Guardia Civil, propuesta por el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona y la creación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana por parte del alcalde capitalino, Francisco Enrique Galindo Ceballos, concentraron la atención de todas y todos. Con algunos días de diferencia, ambos presentaron sus estrategias. La entrada en operaciones de la Guardia Civil está a la espera de que el Congreso del Estado discuta y en su caso, apruebe la iniciativa turnada por el ejecutivo, mientras que el edil capitalino ya puso en servicio patrullas y la estructura que sustituyó a la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Gobernador y alcalde hicieron mucho ruido, de modo que la expectativa ciudadana es muy grande respecto de que las estrategias se traduzcan en resultados efectivos; ya no hay lugar para más fracasos como los de anteriores administraciones. Como candidato, el ejecutivo enarboló la consigna de vivir sin miedo; al presentar su proyecto de Guardia Civil, garantizó: con esta nueva fuerza de seguridad, pronto de reestablecerá la paz y la tranquilidad. Con esa nueva fuerza policial, afirmó, cerró el ciclo “del añejo y obsoleto modelo para responder con firmeza a tanta impunidad que dejo la herencia maldita”. “Las y los potosinos gozarán de mayor tranquilidad”, prometió. En ese terreno resbaladizo de la promesa, también se movió el alcalde Galindo Ceballos, quien luego de dar el banderazo de salida a 92 patrullas, aventuró que la paz regresará a las calles de la ciudad. Para el edil, con la puesta en operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Participación Ciudadana, el fin de la delincuencia es casi un hecho. Su estrategia pasó a segundo plano por la decisión política de colocar en las patrullas la palabra “PoliSía”, así como por haber mentido en el costo del parque vehicular, que se había dicho sería de 160 a 170 millones de pesos, para luego reconocer que el costo fue de más de 200. Además del agravante de que la adquisición no fue licitada. El propio gobernador censuró eso. Y el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Alejandro Zermeño Guerra, dijo que alterar el vocablo policía “carece de lógica”, además de que confunde a la gente. Con cierta benevolencia a lo que se hizo mal, al final lo que trasciende son los resultados: en caso de que la policía con Sí, sea exitosa, pues qué bueno, no importa cómo se escriba o se denomine a la fuerza pública. Lo mismo se puede decir de la Guardia Civil. De ser eficaz en el combate a la delincuencia, bienvenida. El tiempo dirá si Gallardo y Galindo están haciendo lo correcto. La situación es apremiante y no admite el fracaso de ninguno de ellos. Las estadísticas, sin embargo, no permiten abrigar el mismo optimismo de los llamados Hombres G: en el primer trimestre de la administración municipal hubo 104 ejecutados en el estado y en la capital, 56. Constantes enfrentamientos, crecida de los robos e intentos de linchamiento.
Las autoridades llaman desafío el combate a la delincuencia, pero en realidad es su obligación cumplir lo que prometieron.