Vínculo copiado
La cultura de la prevención por encima de todo
15:36 lunes 3 octubre, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPEl pasado 28 de agosto se cumplió un año de que el huracán “Nora” golpeara el centro neurálgico de Puerto Vallarta, el centro de la ciudad quedó con muchas afectaciones debido al paso del fenómeno climático justo por en medio de la Bahía de Banderas, lo que provocó graves perdidas económicas, al caerse un puente; así como varias casas y un edificio de departamentos de la mencionada zona del municipio y otras más. “Nora” era categoría 1, dentro de los huracanes el de menor rango dentro de la escala Safir Simpson, la cual los clasifica hasta el número 5 y aún así causó dicha destrucción. Ante es panorama, el pasó frente a la bahía de un huracán que en determinado momento alcanzó la categoría 4, de inmediato encendió todas las alarmas, por lo que autoridades de los tres órdenes de gobierno hicieron todos los planes para contrarrestar los posibles efectos que dejaría el meteoro al interior de la bahía.
“Orlene”, fue el nombre que recibió el ciclón que pasó muy cerca de la bahía, aunque un poco más retirado de lo que se tenía pensado, ya que se esperaba que su acercamiento fuera a 85 km, pero cruzó a aproximadamente 125 km. Se esperaba que el fenómeno causara fuertes lluvias; así como oleaje en Puerto Vallarta, por lo que de inmediatos se instó a propietarios de restaurantes y hoteles de la zona costa; así como a los de viviendas aledañas a los ríos a tomar todas las precauciones necesarias par evitar lo más posible verse afectados por el fenómeno natural. Así pasaron las horas y “Orlene” simple y sencillamente decidió perdonar a la bahía al pasar de largo sin provocar lluvias o un fuerte oleaje como se esperaba en un principio, hasta las ocho horas, momento del cierre de esta edición, solo algún oleaje de poca intensidad se había presentado en playas de la ciudad. Ante ello, algunas personas comenzaron a molestarse al indicar que como era posible que asustaran a la población con esas alarmas que solo generaban incertidumbre al turismo y los propios pobladores, más en una ciudad que durante muchos años se acostumbró a decir que “en Vallarta no pegan los huracanes”. Sin embargo, tanto “Kenna” en el 2002, como “Nora” en el 2021, ya demostraron que los huracanes, no solo pueden pegar directamente en la bahía, sino que algunos como el primero de los casos mencionados en este párrafo, no es necesario que el ojo del huracán este dentro de la bahía para causar una gran destrucción. Ante ello, es preferible tomar todas las precauciones y con ello salvar vidas a no hacer algo por prevenir posibles desgracias.