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Ayer en la mañanera le preguntaron a la presidenta sobre ese elefante blanco, en Huehuetoca, Edomex. La “megafarmacia” fue reducida
00:02 jueves 15 mayo, 2025
ColaboradoresLa presidenta Sheinbaum sabe, como cualquiera con noción de la realidad, que el gobierno de AMLO heredó un desastre en materia de salud. El manejo de la pandemia fue criminal, murieron alrededor de 800 mil personas; al menos seis millones de niños no tuvieron acceso a vacunas; la megafarmacia en la que se prometió estarían “todas las medicinas del mundo” no surtió ni tres recetas diarias; y millones de personas padecieron -y siguen haciéndolo-, el desabasto de medicamentos. No fuimos Dinamarca, ni estamos cerca de serlo. Ayer en la mañanera le preguntaron a la presidenta sobre ese elefante blanco, en Huehuetoca, Edomex. La “megafarmacia” fue reducida a anécdota por este gobierno que preferiría no hablar de esa tomadura de pelo que López Obrador vendió. Sheinbaum dijo que se utiliza como almacén para evitar mencionar lo obvio: su puesta en marcha representó un despropósito. “Ayer estaba yo pensando que ya para darle una salida definitiva al desabasto (de medicinas) voy a proponer que se tenga una especie de farmacia en la Ciudad de México con todas, todas, todas las medicinas del mundo, en cantidades razonables, para que cuando falte (un medicamento) en un hospital, cualquier persona pueda conseguirla ahí”, dijo en su mañanera del 2 de agosto de 2023. El almacén comenzó operaciones (es un decir) a finales de diciembre de 2023, pero nunca tuvo todas las medicinas, ni se terminó con el desabasto. De hecho, la “megafarmacia” surtió, en promedio, solo 2.7 recetas diarias. ¿Su costo? Obsceno: 2 mil 700 millones de pesos oficialmente, aunque documentos internos de Birmex, revelados en investigaciones periodísticas proyectaron un gasto total de 3 mil 449 millones de pesos. Ese legado criminal, pasa factura en el “año siete”. Tan es así, que la presidenta Sheinbaum dio un volantazo en la manera de adquirir medicamentos y encargó dar forma a un nuevo sistema a cargo del subsecretario de Salud, Eduardo Clark. La nueva estrategia fue, de facto, el reconocimiento al fracaso. Han pasado seis años desde que se desmanteló de manera irresponsable y criminal el esquema de abasto de medicamentos en México bajo el pretexto de “combatir la corrupción”. Un sexenio ha corrido y la corrupción sigue intacta. No se investigó, ni sancionó a nadie. En la feria de mentiras en que convirtió su último mensaje en el Zócalo, el 1 de septiembre de 2024, AMLO aseguró que su gobierno heredaba el mejor sistema de salud pública del mundo. “Ya es una realidad que en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito para personas sin seguridad social, conocido como IMSS-Bienestar. Este sistema de salud pública ya es más eficaz en el mundo. Dije que iba a ser el mejor, que iba a ser como en Dinamarca. No, no es como en Dinamarca, es mejor que en Dinamarca”, aseguró. ¿Mejor que Dinamarca?
Cuatro fueron las principales banderas de López Obrador en cuanto al sector salud: gratuidad de los servicios, terminar con el desabasto de medicamentos, desaparecer el Seguro Popular y acabar con la corrupción en la compra de medicinas. Ninguna estrategia resultó como debía. Se impuso la improvisación y el desdén al conocimiento. Se quiso reinventar todo y en el sector salud la torpeza e ineficacia cuestan vidas. Sheinbaum lo sabe, porque es evidente. No lo dicen, ni ella ni los funcionarios de su gobierno, pero con sus acciones lo gritan a los cuatro vientos. En los hechos, siguen marcando distancia con el sexenio pasado. Ojalá sea el inicio de un nuevo rumbo. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
@MLOPEZSANMARTIN