Los priistas no se sienten cómodos votando por el PAN. Los panistas, prefieren hacerlo por MC que por el PRI. Morena se alimenta de las estructuras tricolores. MC cacha a votantes inconformes del PAN… La unión electoral PAN-PRI-PRD es un fracaso en el terreno electoral. No lo digo yo, lo dicen los datos. En 2018, la 4T no tenía ninguna gubernatura. Cerrarán este 2022 con 22 gobiernos estatales; el PAN solo será gobierno en cinco (Chihuahua, Querétaro, Yucatán, Guanajuato y Aguascalientes), el PRI en tres (Edomex y Coahuila, que estarán en juego el próximo año, y Durango) y MC en dos (Jalisco y NL). De las 21 gubernaturas que se han jugado el año pasado y este, la alianza entre los tres partidos solo ha ganado dos (menos del 10%). Morena y sus aliados tienen una tasa de éxito del 75% en el terreno de las gubernaturas. Ese dato es inversamente proporcional a la de fracaso de PAN-PRI-PRD unidos. Aunque quieran ver medio lleno el vaso, está vacío. Los votantes del PRI, por ejemplo, no se sienten cómodos votando por el PAN. Los del PAN, prefieren hacerlo por MC que por el PRI. Morena se alimenta de las estructuras priistas (no se explica de otra forma el triunfo dos a uno el pasado domingo de los candidatos morenistas en estados gobernador por el PRI, como Hidalgo y Oaxaca). MC cacha a los panistas inconformes (como en Campeche o NL, el año pasado). *** Asomarse a los datos estado por estado, ayuda a contextualizar y dimensiona el fracaso. El caso Aguascalientes, donde ganó la alianza, ilustra. Ahí, Morena llegó a su máximo histórico en el estado de, con 33.5% de los votos Y aunque ganó la alianza, la revisión de datos da matices del abrumador triunfo de Tere Jiménez, que obtuvo el 53.8% de los votos. ¿Ganó la alianza? Sí. ¿Funcionó la alianza? No necesariamente. En todo caso, el PAN obtiene el triunfo a pesar de sus aliados. El PAN en la pasada elección de gobernador, la de 2016, obtuvo más votos que en este 2022. Los votos sumados del PRI, del PAN y del PRD de la contienda por la gubernatura de 2016, son 377 mil. Pero este año, esa alianza sacó 250 mil, es decir, 120 mil votos menos que hace seis años. Es decir, la próxima gobernadora ganó con 100 mil votos menos de los que obtuvo su antecesor, Martín Orozco, también del PAN. En contraste, Morena sacó hace seis años 14 mil votos y el pasado domingo 155 mil. Y si revisamos entidad por entidad, el diagnóstico es parecido. Vaya, de los seis estados en disputa el domingo pasado, los seis eran gobernador por PAN o PRI. Ahora, en uno gobernará un priista, en otro una panista y en cuatro un morenista. ¿En serio, como dicen los dirigentes de los partidos de oposición, la alianza PAN-PRI-PRD es una fórmula ganadora? No lo parece. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

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