Terminó diciembre y sus posadas y empieza enero con sus preocupaciones, vamos a una tercera parte del mes y los problemas que se nos presentan son innumerables, y básicamente se centran en dos partes principales la economía y la salud, cada una con sus características muy particulares pero muy relacionadas entre si. Durante las vacaciones decembrinas y de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía e Historia (INEGI), se esperaba un repunte en la cantidad de turistas nacionales e internacionales a nuestro país, de hecho, todo apuntaba a que sería de alrededor de 12.5 millones de visitantes con una recuperación del 83% comparada con las cifras de aquel lejano 2019, y todo esto a pesar de los confinamientos en Europa y de la cancelación de vuelos en los Estados Unidos, esta situación de movilidad es especialmente importante y se lo platicó porque en tres puntos. Primero, después de casi dos años de estar en semi-confinamiento, es un hecho que la economía del país esta sostenida con alfileres, los principales indicadores así lo marcan, por lo que la reactivación es excelente… pero con orden, vimos con tristeza los tumultos en los diferentes eventos realizados por el gobierno, pero no solo es su culpa, también es nuestra obligación el acudir con las medidas de seguridad o simplemente no acudir. Segundo, el repunte económico que vamos a observar -ahora que se emitan los indicadores- seguramente va a ser muy bueno y es posible que nos ayude un poco con nuestra alicaída economía, sin embargo, es posible que el costo sea un poco mas alto, ¡lo estamos viendo!, hemos gastado en compras medicinas, pruebas covid, gasto en médicos, en comidas y remedios especiales para contrarrestar el terrible virus que nos a asolados en estos últimos dos años, por lo que el gozo se puede ir al pozo. Tercero, dado que esto va a ser así durante un tiempo, que por cierto no podemos contemplar su duración, sería bueno generar una cultura de la previsión, no solo de salud con la distancia y el uso de cubre-bocas, si no de la previsión financiera familiar, tratar de ahorrar y guardar, ya que en muchas ocasiones no nos podemos curar por falta de dinero. En fin, no se puede decir que al menos en América no nos avisaron, vimos el caos que se originó en Europa y no atendimos, lo mas triste que es que siempre hemos tenido ventaja y no la hemos aprovechado. Twitter: @Oliver_Arroyo

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