Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), habló sobre el crecimiento de la producción de autos ligeros en México.  “Estamos en una fase de la industria a nivel global marcada por un lento recuperación”, expresó. Recordó que la industria automotriz se ha visto afectada por la pandemia de Covid-19 y la crisis de semiconductores, lo que ha provocado la distorsión en las cadenas de suministro, logística y distribución. El dirigente empresarial anotó que a nivel global se dejaron de producir 10 millones de vehículos. “La región más afectada ha sido la nuestra: Norte América”, indicó y añadió que el país con más problemas fue Estados Unidos, seguido por México y Canadá. Sin embargo, ahora, expuso que han habido mejores resultados en producción, exportación y venta doméstica, aunque aún no llega a los niveles de 2019, antes de la crisis sanitaria por el coronavirus. Rosales aseguró que para revertir los efectos de la pandemia se verá hasta el 2025. Asimismo, apuntó que la capacidad de producción de componentes se podrá alcanzar hasta 2023. Vuelve a crecer producción de autos

La producción de autos ligeros en México volvió a crecer 31.4 por ciento en septiembre de 2022, respecto al mismo mes de un año antes, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el noveno mes de este año se ensamblaron 273 mil 329 unidades, mientras que en el mismo mes de 2021 fueron 208 mil 92 unidades. Este crecimiento es similar al observado al reportado para agosto previo que también fue de 31.4 por ciento anual. En agosto de 2022, la producción creció 10 por ciento. Se debe a la demanda en EU

En conferencia de prensa, Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo que esta mejora se ve reflejada en que las unidades fabricadas en el país se están vendiendo más en Estados Unidos. “Hay una tendencia favorable en los últimos tres meses”, apuntó. Estos resultados obedecen también a que las fábricas mexicanas tienen mayor suministro de semiconductores, problema que ha afectado al ensamble de vehículos desde inicios de 2021. Falta camino

Para el ejecutivo, a pesar de la mejora en la producción, aún falta que el problema se solucione totalmente. Indicó que los niveles están por debajo de los observados en 2019, antes de la pandemia. “Es importante que haya una política pública específica clara que establezca la línea para seguir la transición a la electrificación para los vehículos y para la infraestructura de la red de carga además de la oferta tecnológica 5g que permite la comunicación entre los vehículos y las vialidades”, añadió Cuevas. Cuevas destacó que los niveles de capacidad utilizada de las plantas automotrices en el país se ubicaron en 78 por ciento, cerca del 80 por ciento registrado en 2019, antes de la pandemia por lo que las plantas ya se están recuperando. Economía con panorama pesimista

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) observa un panorama pesimista, pese a los ajustes al alza de diferentes pronósticos de crecimiento para la economía mexicana. En su nota semanal, el CEESP señaló que la reciente evolución de los principales indicadores económicos muestra una mejoría modesta, pero no logra caracterizarse como una recuperación sólida de la actividad económica. Dijo que su dinamismo permite mejorar marginalmente los pronósticos de crecimiento para este año. De acuerdo con la encuesta más reciente de expectativas que emite al mes el Banco de México, el pronóstico promedio de los especialistas del sector privado anticipa que la economía crecerá dos por ciento en este año, pronóstico ligeramente superior al de los últimos seis meses.  A su vez, el Banco Mundial corrigió la estimación de crecimiento de la economía mexicana de 1.7 a 1.8 por ciento. La OCDE fue un poco más optimista, al prever un avance de 2.1 por ciento. Sombría previsión del FMI para la economía

Inmersos en un oscuro panorama de pandemia, guerra y recesión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una pérdida de la producción global de 4 billones de dólares de aquí hasta 2026. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló “en menos de tres años vivimos conmoción, tras conmoción, tras conmoción”, primero, Covid-19, luego la invasión de Rusia a Ucrania y además desastres climáticos en todos los continentes. En su discurso previo a las Reuniones Anuales 2022 del FMI y el Banco Mundial, destacó que estos impactos han infligido un daño inconmensurable en la vida de las personas, “impulsando un aumento global en los precios, especialmente en los alimentos y la energía, provocando una crisis del costo de vida”. Por ello, dijo: “Ya hemos rebajado nuestras proyecciones de crecimiento tres veces, a sólo 3.2 por ciento para 2022 y 2.9 por ciento para 2023. Y en nuestras Perspectivas de la economía mundial para la siguiente semana, rebajaremos el crecimiento para el próximo año”. Argumentó que el nuevo recorte del crecimiento de la economía se debe a que los riesgos de recesión están aumentando, “estimamos que aproximadamente un tercio de la economía mundial experimentará al menos dos trimestres consecutivos de contracción este o el próximo año. E incluso cuando el crecimiento sea positivo, se sentirá como una recesión”. Por todos estos factores se prevé la citada pérdida de la producción global de cuarto billones de dólares en los próximos cuatro años, y es tan alto el costo que considera que “es del tamaño de la economía alemana” y significa “un revés masivo para la economía mundial”. La inflación no cede

La directiva citó el otro gran mal: la inflación. “Si no se ajusta lo suficiente, la inflación se desanclaría y se atrincheraría, lo que requeriría que las tasas de interés futuras sean mucho más altas y más sostenidas, causando un daño masivo en el crecimiento y daños masivos en las personas”. Por ello, llamó a los países a reagruparse. “Estamos pidiendo una acción temprana y conjunta para reagruparnos y repensar, es tiempo de actuar ahora y actuar juntos”. La propuesta del FMI

El FMI propuso que los gobiernos deben implementar medidas fiscales que sean no sólo temporales, sino también focalizadas, con un enfoque nítido en los hogares de bajos ingresos. Además de brindar apoyos directos a personas de bajos ingresos. Agregó que otra de sus prioridades son los esfuerzos conjuntos para apoyar a las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Finalmente, alertó que "un dólar más fuerte, los altos costos de endeudamiento y las salidas de capital causan un triple golpe a muchos mercados emergentes y economías en desarrollo”. --

Heraldo de México