Un perro Galgo italiano de cuatro años de edad se convirtió en el primer animal en contraer viruela del mono, en Francia, al dormir con sus dueños, quienes presentaron síntomas de la enfermedad 12 días antes. El caso fue detectado luego de que el pasado 10 de junio dos hombres asistieron al Hospital Pitié-Salpêtrière, ubicado en París. El perro dio positivo para el virus de la viruela del simio mediante el uso de un protocolo de PCR adaptado, según lo ha publicado “The Lancet”. “Las secuencias de ADN del virus de la viruela del mono del perro y del paciente 1 se compararon mediante secuenciación de próxima generación. Ambas muestras contenían virus del clado hMPXV-1, linaje B.1, que se ha estado propagando en países no endémicos desde abril de 2022″, señala la publicación. Los hombres informaron que dormían juntos con su perro y comentaron que tuvieron cuidado de evitar que su perro entrara en contacto con otras mascotas o humanos desde el inicio de sus síntomas. Aunque los expertos aún desconocen si los perros y gatos domésticos podrían ser un vector del virus de la viruela del mono, señalaron que el caso del perro con infección pudo haberse adquirido a través de la transmisión humana. Ante estos hallazgos los investigadores señalaron la importancia de impulsar el debate sobre la necesidad de aislar a las mascotas de las personas que han dado positivo a la viruela del mono. ¿Qué animales pueden contagiar la enfermedad?

Aunque a la enfermedad es causada por un ortopoxvirus, se le llama coloquialmente ‘del mono’ porque en 1958 fue detectada en estos animales, esta también se puede encontrar en otras especies como las siguientes: Ratas gigantes de Gambia. Estas se vuelven portadoras y contagiosas para seres humanos, de acuerdo con la OMS.

Perros de la pradera. El animal habita en América del Norte y viven bajo temperaturas extremas de calor y frío.

Lirones. Son pequeños roedores que miden de 18 a 26 centímetros; se pueden encontrar en Eurasia y África. Su pelaje suele ser gris oscuro en la parte del lomo y blanco en el pecho.

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Con información del Financiero