Este domingo 10 de agosto se encienden los motores en el Súper Óvalo Potosino para la primera fecha de los playoffs de la NASCAR México Series. Con 200 vueltas y un stage en la vuelta 90, la contienda exigirá toda la precisión que caracteriza a los pilotos en esta instancia. Para Rodrigo Rejón, piloto del auto #95 junto al GGG Racing Team, esta temporada ha sido un año de crecimiento continuo. A pesar de terminar la temporada regular en la posición 16 con 194 puntos, su constancia ha sido gratificante. Aunque no logró clasificar a los playoffs, su presencia se mantiene viva entre los fanáticos, gracias a un diseño impactante y una actuación que refleja evolución constante. El diseño rojo inspirado en Rayo McQueen del auto #95 ha generado gran conexión con el público desde su debut en la Ciudad de México. Esa imagen visual potente ha contribuido a mantenerlo en el radar de seguidores y medios, consolidando su marca junto al carisma y pasión que transmite cada vez que se coloca al volante. Rodrigo cuenta con el apoyo técnico de ProRally, aliado clave dentro de GGG Racing Team para optimizar el rendimiento en pista. La coordinación entre piloto y equipo ha fortalecido su ritmo de competencia y la búsqueda de mejora constante sobre el ovalo potosino. Con cinco fechas por delante, Rejón encara esta carrera como oportunidad para seguir posicionándose favorablemente y proyectar una imagen sólida de cara a la recta final de la temporada. Su perseverancia y el trabajo conjunto con patrocinadores reflejan compromiso y visión: Global Industries Solutions, Racing FC Porto Palmeiras, Cartón Corrugado, Ancala Maniobras y Transportes, Irso Servicios, Fibernet’s, Academia de fútbol Altos Jalisco y Safranca Corporate Solutions están detrás de esta apuesta visual y deportiva. En el Súper Óvalo Potosino el objetivo va más allá de los puntos. Se trata de mantener viva la llama, de ser protagonista en estilo y performance. Rodrigo Rejón y GGG Racing Team presentan una temporada que, aunque desafiante, ha dejado claro que su crecimiento está lejos de terminar.