Las fuerzas militares rusas creen que una guerra más prolongada provocará la retirada de los apoyos a la resistencia ucraniana, señala un informe recientemente revelado por la agencia de inteligencia de Estonia. De acuerdo con el documento, la apuesta de Vladimir Putin con respecto a la guerra en Ucrania es resistir lo suficiente para obligar al gobierno de Volodimir Zelenski a una negociación favorable a sus intereses. El informe reveló que Rusia dispone de fuerzas suficientes para mantener la tensión bélica por lo menos durante medio año más, datos que han sido confirmados por otros servicios de inteligencia, como los de Estados Unidos. “Rusia cree que tiene el tiempo de su lado en la guerra de Ucrania. Las reservas movilizadas por el Kremlin están siendo entrenadas y el equipo militar perdido está siendo reemplazado por armamento que se encontraba en sus depósitos”, detalla el informe. El plan del Kremlin se apoya también en la idea de que, ante un conflicto bélico más largo, los aliados de Ucrania le retirarán su apoyo gradualmente si ellos muestran firmeza en las regiones que ya dominan. La otra parte de la estrategia desplegada por los rusos en el país de Europa del Este apuesta por mantener la infraestructura civil como blanco preferido, esto con el objetivo de minar la moral de los defensores. El documento estonio señala que es muy poco probable que Rusia emplee armas nucleares debido a su baja efectividad militar y a la oposición internacional, aunque su posible uso no saldrá de la retórica empleada por Putin con el objetivo de mantener en alerta a las demás potencias mundiales. Por último, el reporte señala un incremento en la propaganda de corte nacionalista en Rusia para elevar la moral de sus combatientes y de sus connacionales, quienes pueden atestiguar la lenta transformación del gobierno local en una dictadura, haciendo más profunda la brecha entre la elite y los ciudadanos. Con información de El Heraldo de México.