A cinco meses de la elección, la precandidata de Morena lleva una ventaja de 33 puntos sobre la abanderada de la alianza Fuerza y Corazón por México… la última palabra se dirá el 2 de junio
Tres meses antes de las elecciones para renovar la gubernatura de Sonora, en abril de 2009, las tendencias daban 20 puntos de ventaja al priista Alfonso Elías Serrano sobre el panista Guillermo Padrés.
Parecía invencible y en su cuarto de guerra echaban las campanas al vuelo. Pero por ahí apareció el consultor aguafiestas y lanzó una frase premonitoria.
Todo va muy bien, estamos a punto de ganar. Tenemos la victoria en la mano. Solo una tragedia podría quitarnos el triunfo.
Dos meses después, el 5 de junio, llegó la tragedia. Una catástrofe que no solo enlutó a Sonora, sino a todo el país: el incendio en la Guardería ABC, en la que murieron 49 niños y 70 resultaron con graves lesiones.
El priista perdió con apenas cuatro puntos de diferencia sobre el blanquiazul, quien se convirtió en el primer opositor en gobernar aquel estado.
Hoy, a 15 años del trágico acontecimiento y a cinco meses de que se lleve a cabo la elección presidencial, Sheinbaum lleva una ventaja de 33 puntos sobre Xóchitl.
En la fotografía del momento, tiene la victoria en la bolsa. Solo algo extraordinario podría impedir que se convierta en la primera mujer presidenta de México.
Las encuestas son avasalladoras. La que dio a conocer El Heraldo de México, con el arranque del año, le da 55 por ciento de la intención del voto contra 22 por ciento de la precandidata de la alianza Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN y PRD).
Con esos números arranca 2024 y cierra el periodo de precampaña y en dos semanas se dará paso a la intercampaña, tiempo que se tomarán los partidos para reorganizarse y revisar si deben hacer cambios de candidatas o candidatos en todos los cargos en juego.
Aunque más allá de los plazos legales, el 1 de marzo arrancan las campañas, en las que, con encuestas o sin ellas, las aspirantes deben revisar y ajustar estrategias para el 2 de junio.
Deben mostrar sus habilidades para sortear toda clase de dificultades.
El primer desafío será designar a las candidatas y candidatos que las acompañarán en las campañas por el Senado y la Cámara de Diputados.
Se sabe que, en el caso de Morena, Claudia va a palomear las listas con base en recomendaciones del presidente López Obrador y el pago de cuotas de la dirigencia que encabeza Mario Delgado, así como de quienes se quedaron en el camino durante el proceso interno, como Adán Augusto, Ricardo Monreal, Noroña y Marcelo Ebrard, además de sus aliados de los partidos Verde y del Trabajo.
No le será fácil lidiar con una maraña de intereses, sobre todo los que defiende el ala más dura y pura del partido, que con el veto de Omar García Harfuch, como candidato al Gobierno de la CDMX, ya le demostraron de lo que son capaces.
Tendrá que cargar también con la herencia política de AMLO y con el prestigio o desprestigio de los gobernadores emanados de su partido.
Una tarea titánica la que debe realizar, pero puede transitarla sin mayores sobresaltos con la ayuda del mandatario y la ventaja que le dan todas la encuestas. El reto es no confiarse ni dejar que corra el tiempo sin poner de su parte.
Quien tiene todo cuesta arriba es sin duda la hidalguense Gálvez, porque además de que los números no le favorecen, no intervendrá ella en la designación de candidatas y candidatos a la Cámara alta y San Lázaro.
Más aún, no quiere cargar con el desprestigio de los partidos que la postularon y no encuentra el mecanismo para sumar a todas sus estructuras a la campaña.
Solo un milagro o una tragedia puede darle la victoria. Aunque también vale la pena recordar que en Sonora, allá en 2009, Padres ganó la gubernatura pero terminó en la cárcel después de concluir su gestión.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La confianza es la madre de todos los descuidos”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
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