Determinante será para la UNAM el próximo año, debido a que entra al proceso para elegir a su nuevo rector, a la persona que sustituirá en el cargo al doctor Enrique Graue. Pero en la máxima casa de estudios, como en la política nacional, los tiempos se adelantaron y la grilla sucesoria está a todo lo que da. Una corriente importante de abogados y juristas impulsa como propuesta a Raúl Contreras, director de la Facultad de Derecho. Otro grupo de académicos, intelectuales e influencers de la política, entre ellos José Woldenberg y Lorenzo Córdova, promueven como su carta fuerte al secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Venegas. Mientras tanto, corrientes afines a la 4T, particularmente a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, empujan como su candidato al secretario administrativo de la UNAM, Luis Agustín Álvarez-Icaza. No se sabe aún quién lleva la delantera, pero quienes viven en carne propia el teje y maneje en la vida interna de la Universidad advierten que hasta en el cambio de rector influirá sin duda la sucesión presidencial de 2024. Nadie quiere pelearse con los afines al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero tampoco quieren dejar que metan la mano en la tan cacareada autonomía universitaria. Todo eso, sin embargo, está por verse, porque quien lleve mano en la UNAM logrará el apoyo de un importante sector de la educación y de la academia en el país, de cara al relevo presidencial en la República. ••• La falta de resultados y los tropiezos constantes del gobernador de Zacatecas, David Monreal, lo atribuyen muchos a la mala influencia de Verónica Díaz Robles, delegada estatal de Programas para el Desarrollo. Sobre esta mujer, dicen hasta en Morena, recaen muchas de las malas decisiones que ha tomado el mandatario, no sólo en su relación con sectores productivos sino hasta en la implementación de programas sociales y, sobre todo en materia de seguridad pública.  La entidad está de cabeza y la situación empeora conforme pasa el tiempo. Y eso que don David apenas está por cumplir un año en el cargo. ••• La guerra por la gubernatura de Puebla aleja la posibilidad de que Alejandro Armenta se convierta en el próximo presidente del Senado. El legislador poblano, uno de los operadores más cercanos a Ricardo Monreal, podría quedarse en el camino. Su cercanía con el gobernador Miguel Barbosa y la guerra abierta contra el diputado Ignacio Mier, coordinador de Morena en San Lázaro, lo colocaron en una posición vulnerable frente a su rival, el senador José Narro, compañero de bancada y candidato del ala dura de los morenistas. Por esa razón, todo apunta a que el chiapaneco Eduardo Ramírez tomará de nueva cuenta las riendas de la Mesa Directiva, como lo hizo ya en otro momento. ••• Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Mi peor rival es el próximo”. POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

[email protected]

@ALFREDOLEZ