La Procesión del Silencio, uno de los eventos turísticos, religiosos y culturales más importantes de San Luis Potosí, los edificios del centro histórico se adornan con elementos morados y blancos, los tranvías turísticos se encuentran llenos, las calles están repletan de transeúntes locales y extranjeros, y los templos potosinos reciben importante cantidad de visitantes. 

No todo el panorama del primer cuadro de la ciudad es positivo, los ambulantes acaparan el pasaje Zaragoza, incluso imposibilitando la entrada, por un lado, un módulo de información turística y por otro lado, un puesto de elotes. Ambos tapan el acceso al segundo pasaje más largo de Latinoamérica.

En plaza de Armas las decoraciones alusivas a la Semana son austeras, pues en los palacios de gobierno, en el municipal únicamente hay una estela morada en un balcón y en el estatal dos grandes telas colgando. Los plantones del Sittge también forman parte de la decoración vacacional, pues al exterior del Palacio de Gobierno hay una carpa con manifestantes que esperan con banderas rojas, otros más se encuentran en sillas al exterior de conocida paletería.

Al exterior del Palacio Municipal, se encuentran figuras de personajes potosinos como Juan del Jarro, el Señor de las Palomas y un cofrade de la Procesión del Silencio, este último acaparando la atención de los visitantes del centro que lo observaban y posaban para la foto del recuerdo. En Plaza del Carmen se vislumbran los tranvías llenos de turistas y gente de otras latitudes conociendo la capital, en esta plaza no había ambulantaje, salvo los tradicionales puestos de globos. Aunque si había un evento lúdico de la Policía Federal, el cual se espera que se retire, ya que esta plaza es el punto de partida de la Procesión del Silencio.