Los rostros le evocarán imágenes de otros tiempos a Sergio Ramos. Viene a México no sólo para encontrarse consigo mismo después de seis meses de inactividad, sino también para reencontrarse con algunos conocidos. De entrada, en la ciudad tiene a dos viejos excompañeros. Uno está en la vereda de enfrente, Gerardo Torrado, quien compartió con él vestuario en el Sevilla en 2004, pero ahora es directivo de los Tigres. El otro es Sergio Canales, que fue su compañero en el Real Madrid en 2010. Más adelante se podrá encontrar con Javier Chicharito Hernández y James Rodríguez, convivencia que llevaron a la buena amistad en el Madrid de Carlo Ancelotti del año 2015. Pero hay que empezar por el principio. En el año 2004, Gerardo Torrado llevaba su tercera temporada en España. El torneo anterior había sido muy bueno para él, pero en ése, el que fue el debut de Sergio Ramos, había sido relegado al banquillo por Joaquín Caparrós.  Ramos apareció como el chico andaluz típico, un tanto gitano y algo torero, con la contracción de vocales al hablar y Torrado mientras tanto, siete años mayor que él, intentaba mantener la carrera.  Por obvias razones no puedo hablar. Jugué muchos partidos con él, pero ahora por situaciones del futbol, es mejor no opinar sobre su llegada a México”, comenta Torrado, dirigente deportivo de Tigres, rival enconado de los Rayados y que miran circunspectos este fichaje bomba. Con Sergio Canales coincidió Ramos en el Real Madrid de José Mourinho en 2010. Por aquel año brilló con 19 años el santanderino y llegó al camerino de celebridades del Madrid. Apenas jugó 15 partidos, de esos, 10 junto a Ramos con el que se reencuentra como compañero ahora en el Monterrey. Después del Mundial de Brasil 2014, Chicharito y James aterrizaron en Madrid para tratar de embonar en un vestidor hollywoodesco liderado por Cristiano Ronaldo y precisamente por Sergio Ramos. El capitán les ayudó en lo que pudo, así que se recordará su felicidad en aquel gol del mexicano al Atlético en Champions. FUENTE: EXCELSIOR