Pasados los seis meses del homicidio de dos jesuitas en el interior de su iglesia en la comunidad de Cerocahui, en el municipio tarahumara de Urique, en Chihuahua, la comunidad jesuita lamenta la impunidad del caso ya que no se ha detenido al responsable. Por si fuera poco, el pasado 22 de diciembre se cumplió medio año del doble homicidio, por lo que la comunidad jesuita en la tarahumara lanzó un llamado, “a los tres niveles de gobierno para que se revise la estrategia de seguridad de la región, ya que continúan los asesinatos, las extorsiones y los desplazamientos forzados”. Los jesuitas que continúan su misión en la Sierra Tarahumara, incluida la parroquia de Cerocahui, exigieron “verdad y justicia”, por el asesinato de los padres jesuitas Javier Campos, Joaquín Mora, y del guía de turistas Pedro Palma y del joven Paúl Osvaldo Berrelleza. En un comunicado, la comunidad jesuita e Chihuahua, hizo un “llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que se revise la estrategia de seguridad pública de la región y se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar los derechos de las víctimas, pues continúan los asesinatos, las extorsiones, la tala clandestina y los desplazamientos forzados en la Sierra Tarahumara”. Los grupos de narcotraficantes son los principales generadores de violencia en la sierra tarahumara de Chihuahua, los cuales mantienen su presencia en la región con base a nexos con las policías locales, y la intimidación violenta a los habitantes. -- Con información de Excélsior