Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
La quinteta de Chicago retirará la camiseta de una de sus grandes estrellas de la era post Michael Jordan
23:00 sábado 23 agosto, 2025
Deporte Nacional e InternacionalDerrick Rose recibió la noticia como un flechazo al corazón. Se le escaparon unas lágrimas. Michael Reinsdorf, presidente de los Toros de Chicago, le dijo que el equipo retirará el número 1 que Rose utilizó en sus ocho años con el equipo. “Déjame decirte que nadie más va a utilizar ese número, a menos… a menos de que PJ (el hijo de Rose) se convierta en un Toro”. La ceremonia en honor a Derrick Rose será el 24 de enero del año que entra. Esa noche el jersey con el número 1 que portó Rose lucirá en lo alto del United Center, al lado del número 4, de Jerry Sloan, el 10, de Bob Love, el 23, de Michael Jordan y el 33 de Scottie Pippen. Derrick Rose nació precisamente en Chicago, la misma ciudad que lo vería convertirse en héroe, pero también en herida abierta. En 2008 fue elegido número uno del Draft por los Toros y en 2011, a sus 22 años, se convirtió en el jugador más joven en ganar el MVP de la NBA. Su explosividad era poesía en movimiento: velocidad, potencia y un estilo que hacía vibrar a una generación entera de aficionados. Chicago soñaba de nuevo. Pero el destino fue cruel. En abril de 2012, en pleno inicio de los playoffs, Rose se derrumbó tras una jugada que parecía rutinaria. Había roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Esa lesión no sólo lo apartó de la temporada, sino que cambió el rumbo de su carrera. Siguieron años de operaciones, recaídas y un cuerpo que parecía resistirse a acompañar el talento de su dueño. Aun así, Rose nunca se rindió. Con cada regreso, aunque más limitado físicamente, mostró otra faceta: la del luchador que se rehace, la del hombre que ya no juega solo para brillar, sino para resistir. Su momento más emotivo llegó en 2018, con los Minnesota, cuando anotó 50 puntos ante Utah. Al terminar, entre lágrimas, apenas pudo pronunciar: “Lo di todo esta noche”. Los últimos capítulos de su carrera los escribió en Nueva York y Memphis, asumiendo un papel distinto, más discreto. Ya no era la estrella que electrizaba a la liga, pero sí ejemplo de lo que significa levantarse una y otra vez. FUENTE: EXCÉLSIOR