En menos de 48 horas el INE deberá conocer los lineamientos de lo que puede o no permitirse en los procesos de Morena y el Frente Opositor en busca de su mejor precandidato o precandidata a la Presidencia de la República y, con ello, saber si se ordena o no retirar la propaganda en la que aparecen los suspirantes como bardas, vehículos de transporte, espectaculares y transporte público.  Sin embargo, quien se despacha con la cuchara grande en tanto llega esa decisión es el Sistema de Televisión Pública a cargo de Jenaro Villamil, pues ha puesto a disposición la promoción indiscriminada de las corcholatas y todo parece indicar que incurre en delitos electorales, pues a Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López los presenta como posibles representantes de la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, a Gerardo Fernández Noroña, sin tapujos lo pone, como un posible candidato a la presidencia de la República.  Aquí y en China lo que hace Villamil es uso de recursos públicos para sacar ventaja para acrecentar la popularidad de los aspirante del partido oficialista y sus aliados, algo que no sucede con Xóchitl Gálvez, Santiago Creel o Beatriz Paredes, los del Frente Amplio Opositor.  La denuncia contra Jenaro Villamil no tarda en llegar al Instituto Nacional Electoral (INE), habrá que dar muchas maromas por parte de los consejeros para decir que el delito electoral no es delito electoral. UPPERCUT: En la presidencia de López Obrador ya preocupa Ana Gabriela Guevara por el papel que ha asumido frente a los atletas al quitarles sus becas, mismas que luego tiene que devolver por ordenamiento judicial. En los pasillos de Palacio Nacional se habla de que quién sabe si termine como titular de la Conade.   POR ALEJANDRO SÁNCHEZ