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¿Hemos sentido más calor que lo que observamos en el termómetro? Existen tres posibles explicaciones.
23:44 jueves 7 junio, 2018
Colaboradores¿Hemos sentido más calor que lo que observamos en el termómetro? Existen tres posibles explicaciones. La primera es ampliamente aceptada, la vemos en nuestro paso por la escuela y se refiere a cuestiones naturales, nuestra ubicación geográfica, el tipo de vegetación en un ambiente semidesértico, incluye las causas globales como el calentamiento producto de la contaminación o incluso de un proceso cíclico de la tierra -como fueron las glaciaciones- y que ahora hace registrar temperaturas extremas. La segunda se refiere a la forma como construimos la ciudad y nuestra relación con el medio ambiente, un proceso extensivo en la periferia que consume suelo natural y de alta densidad en el centro de la ciudad que aumenta la sensación térmica. Mientras disminuimos los espacios naturales que controlan la temperatura, sentimos más calor por los materiales, porque somos más y estamos más cerca, por el uso del auto; este tipo de urbanización aumenta la percepción de la temperatura entre tres y cinco grados. La tercera es el diseño, sobre la cual vale la pena reflexionar más, es la forma como orientamos nuestras viviendas, cómo disponemos las ventanas y canalizamos las corrientes de viento, la manera como utilizamos la energía, todo ello hace que en ocasiones se sienta más calor en el interior de un espacio que afuera. Precisamente sobre este última explicación, el diseño bioclimático –como le refieren los académicos- es estudiado por un grupo de profesores de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. El diseño bioclimático se refiere al uso de materiales y de energía para mantener un nivel de temperatura denominada confort térmico, que permite de manera cómoda realizar nuestras actividades. Este grupo de investigadores generan proyectos de Hábitat Sustentable, que es la aplicación del conocimiento para que, mediante la combinación de materiales, aprovechamiento de energía y diseño se generen espacios donde las personas sean menos vulnerables a los cambios naturales, sean más responsables con el medio ambiente y aprovechen la naturaleza para vivir mejor. Por ejemplo, canalizar los rayos del sol a través de conductos de espejos para alumbrar dentro de un edificio, o aprovechar las corrientes de viento para que mediante ductos se enfríe una vivienda; de hecho la Norma Mexicana 164 establece los criterios de edificación sustentable que deben seguir para que cualquier vivienda o edificio en territorio nacional contribuya a la mitigación del impacto ambiental y aproveche responsablemente los recursos. De nosotros también depende disminuir la temperatura, sentir menos calor o frio ahora que las temperaturas serán más extremas entre las estaciones del año como resultado del cambio climático. Cuando construimos, mejoramos o hacemos cualquier acción de mantenimiento en nuestra casa podríamos aplicar el diseño bioclimático para generar espacios térmicos.