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Una gran obra se mide por sus beneficios en función del número de personas que atiende o por sus dimensiones físicas, pero no por el monto invertido ya que es difícilmente cuantificable en la realidad, considerando los costos sobre las afectaciones.
23:52 jueves 28 septiembre, 2017
ColaboradoresUna gran obra se mide por sus beneficios en función del número de personas que atiende o por sus dimensiones físicas, pero no por el monto invertido ya que es difícilmente cuantificable en la realidad, considerando los costos sobre las afectaciones. En el caso de las acciones de infraestructura e imagen urbana realizadas en la Avenida Venustiano Carranza de San Luis Potosí, el proceso de construcción deja muchas reflexiones. Es una obra aislada de un sistema de movilidad y no tiene estrategia para la integración con el centro histórico en términos de imagen, corredor urbano o diseño peatonal. Bajo estas condiciones, es un proyecto parcial, cuyo costo declarado fue de 40 millones de pesos, originalmente se planeó realizar en 3 meses y casi duró 8 meses, lo cual afectó la movilidad y la economía de las personas. En el mes de mayo ya se tenían las primeras pérdidas en el comercio establecido, pérdidas promedio de 50% en las ventas mensuales de alrededor de 30 comercios, que sumado a la inversión inicial, entre el gobierno y los comerciantes, el costo de la obra podría sumar más del doble. Toda la Avenida Carranza es un corredor urbano de tres kilómetros y medio, el proyecto total tiene un costo calculado de 800 mdp; la primer etapa concluida fue de casi medio kilómetro, en los siguientes cuatro años apenas alcanzará el tiempo para concluir todo el proyecto, con el ritmo del primer tramo y con la suficiencia presupuestal. En este sentido, la dimensión de la obra se puede medir en función de los siguientes aspectos: 1. Es una obra que en la primer lluvia, puso a prueba su capacidad de captación pluvial, sin embargo no fue suficiente y terminó inundándose. Si la obra es capáz de canalizar el agua de Carranza más la cantidad de escurrimeintos de vialidades perpendiculares que ahora son “escurrimientos de asfalto”, efectivamente sería de beneficio para la ciudad en términos de un sistema de captación pluvial. 2. Desde el diseño urbano, es muy reconocida su intervención, ya que llevamos al menos 8 años perdiendo la identidad e imágen urbana de esta importante vialidad que marcó por mucho tiempo el crecimiento de la ciudad y que para nosotros es emblemática. Sin embargo, a pesar de que el proyecto no recupera la identidad de la vialidad, sí permite darle un mejor rostro a la ciudad. 3. Finalmente, en términos económicos, aún no es posible calcular el beneficio, es necesario esperar el comportamiento de las ventas de los comercios afectados en los próximos 8 meses. Sí consideramos las pérdidas de los comercios durante la obra y que ahora incrementen sus ventas a partir de ésta fecha, en promedio 200% por los siguientes ocho meses, habrán recuperado sus pérdidas y se habrán visto beneficiados en 50%. En los proyectos, el retorno de la inversión es un indicador que determina el éxito. Veamos como continúa el proyecto, esperando cuente con una estrategia de señalética y adecuación de vialidades alternas para que no afecte el ambiente y los tiempos de traslado drásticamente, que reduzca los costos de construcción, los tiempos y aumente los beneficios, y así logre ser una gran obra.