Cuatro meses después de aquella cornada en Madrid, el 8 de septiembre de 2019, el matador de toros, Arturo Macías ‘El Cejas’ se volverá a vestir de luces para reaparecer nada más y nada menos que en La Monumental Plaza de Toros México, en la decimocuarta corrida de la Temporada Grande 2019-2020 con toros de Villa Carmela y acompañado por Antonio Ferrera y Luis David Adame. El hidrocálido platicó con Excelsior sobre su percance en la capital de España cuando el toro “Chamorro” del hierro de Pallarés lo hirió y fracturó el peroné gravemente, y que lo orilló a considerar el retiro, hasta que pudo seguir con su más grande pasión, gracias a la utilización de una férula ortopédica. Ha sido un proceso de asimilación, esta corrida mía en La México es totalmente distinta a todas las de mi carrera. Después de la cornada de Madrid ese 8 de septiembre, el toro de nombre “Chamorro”, irónicamente, me dio una cornada en el chamorro, literalmente, muy fuerte, me partió el peroné y de ese día hasta entonces ha sido un calvario. Ha sido muy difícil llevar, la vida y el toreo, incluso durante esta agonía había decidido quitarme de torero porque no el pie no lo podía mover, muchos dolores físicos, y afortunadamente pude entender los mensajes de Dios y encontré la forma de torear con la férula ortopédica, al principio no podía, me caía en redondo y no veía claro, fue un proceso de adaptación y a mi nuevo yo y a la férula”, subrayó.

El proceso de rehabilitación no ha sido fácil, la duda y la incertidumbre se hicieron presentes ante un escenario que era una incógnita. No fue hasta que Macías enfrentó nuevamente a un toro bravo, cuando a pesar de las complicaciones que enfrentó, se dio cuenta que podía continuar su camino en la tauromaquia. El trabajo de campo ha sido fundamental para esta recuperación, pues ha matado 14 ejemplares, que lo ayudaron a retomar la confianza en la arena. El espada regresa al coso que valora como la columna vertebral de su carrera. Llegó un momento en el que no sabía qué hacer y las incógnitas me las iba a quitar un toro, que era el que me iba a dar la respuesta, si iba o no a poder. Su respuesta fue dura, la pasé muy mal, porque fueron muchos riesgos, era conocer que movimientos podía o no hacer. Hasta el momento he matado más de 14 toros en el campo, cada uno me ha dejado una enseñanza muy grande, yo pensé que mi carrera había terminado y por eso es tan especial que regresé a los ruedos después de cinco meses y más en La Plaza México, que ha sido la columna vertebral de mi carrera”, señaló.

El reencuentro con la afición de La México es un sueño con el cual 'El Cejas' sueña despierto. El cariño de la afición de esta plaza lo acompaña siempre y cuenta las horas para pisar ese mítico ruedo, hacer el paseíllo y saborear ese inigualable ole. Para Macías el actuar en la campaña mayor después de lo que ha vivido es una guerra ganada, pues asegura que saldrá a jugarse la vida, pues ha reafirmado su sentimiento torero.  Lo he soñado tantas veces y no me quiero hacer expectativas, pero he tenido el cariño de la afición de La México conmigo durante muchas tardes, durante muchos años y es por ello que decidí reaparecer aquí para escribir un nuevo capítulo y sueño con ese momento, estar en el tercio, de cara al sol, haciendo el paseíllo, eso para mí ya es una guerra ganada, el que yo esté de luces reapareciendo es para mí una guerra ganada. No porque reaparezca voy a cumplir un expediente, el domingo voy a jugarme la vida como un león, esto no ha hecho más que reafirmar mis sentimientos toreros, más que cuajarme más como hombre y como persona, lo que menos quiero es dar lástima por la lesión que tengo, sino todo lo contrario, seguir siendo el hombre de valores y principios que he intentado ser en la vida”, explicó.

Con el amor por la fiesta brava corriendo por sus venas, incluso por herencia familiar. El matador afirma que para ser torero hay que ser de otra pasta y nacer con algo diferente, para posteriormente, con base al trabajo, poder alcanzar las metas y ser figura del toreo.  Hay que nacer con algo diferente, lo tienes que trabajar, se nace y se hace porque he conocido muchos compañeros que tenían mejores cualidades que yo y por un mal rumbo, por falta de compromiso no hacen sus sueños realidad. Yo no me siento más que nadie, pero creo que la profesión de torero es muy intensa y te hace vivir la vida de manera muy singular”, finalizó.

-- Excelsior