El presidente del Schalke 04, Clemens Tönnies, presentó su dimisión, dejando al club del Ruhr, que está con importantes deudas, en un momento de gran incertidumbre sobre su futuro, tras un final de temporada de pesadilla en el plano deportivo. El empresario, cuya fortuna está estimada por Forbes en más de 2.000 millones de dólares (1.780 millones de euros), estaba bajo presión desde hace meses. Primero, por unas declaraciones consideradas racistas el pasado agosto y luego por un escándalo sanitario en uno de sus mataderos, en el que más de mil 500 casos de coronavirus obligaron a las autoridades locales a reconfinar un canón entero de 360 mil habitantes, en Gütersloh (oeste). Los ultras del Schalke reclamaban su marcha desde hace tiempo, pero el club recordó el balance de Tönnies: "Como presidente del Consejo de Vigilancia, Clemens Tönnies ha tenido un papel decisivo para instalar al FC Schalke 04 entre los pesos pesados de la Bundesliga durante estos 26 últimos años". Durante su etapa, el equipo de Gelsenkirchen terminó cinco veces segundo en el campeonato y se clasificó diez veces para la Liga de Campeones. Esta temporada, después de un final de curso desastroso y 16 partidos consecutivos sin ganar, el equipo acabó duodécimo de la clasificación. El sábado, aficionados del Schalke 04 se manifestaron para pedir su salida. El director financiero había dimitido la pasada semana.

--

Excelsior