Los países de Europa emplearon la planeación urbana desde la posguerra para la reconstrucción de las ciudades. En México, 1976 marcó el inicio de la planeación en México, casi 10 años después de las primeras declaraciones a nivel Latinoamérica sobre la necesidad de planificar el desarrollo. En San Luis Potosí el primer Plan de Desarrollo Urbano fue en 1996, es decir, veinte años después de la institucionalización de la planeación urbana en México y hasta 2006 se instaló el IMPLAN, 10 años después del primero en México, el de León.

Si bien en San Luis Potosí han existido intentos de planes urbanos, las metodologías empleadas tenían más de 50 años, eran del siglo pasado. Hoy, estamos a meses de contar con un programa con una metodología novedosa, responsable con el medio ambiente y que genere oportunidades en la urbanización.

A partir de la firma de la Alianza por la Ciudad, los ciudadanos, académicos, empresarios, desarrolladores y el sector público, hemos acompañado y observado el proceso de elaboración del Programa, tenemos la oportunidad de consensuar la visión de ciudad que queremos de una manera más activa.

Por primera vez, se incluye el diseño urbano de la ciudad, articulado con nuevos esquemas de planeación y con una estructura para garantizar la continuidad en los procesos; ciertamente pueden identificarse oportunidades de mejora, pero el plan debe aprobarse para mejorar después.

San Luis Potosí requiere competir con las principales ciudades del país, aprovechar los beneficios de la urbanización, certidumbre en el crecimiento urbano, transparencia y lo más importante, generar un valor agregado de su planeación. Pero tal vez lo más importante, es que este ejercicio reinstale la disciplina de planear nuestra ciudad, este proceso ha sido muy afectado los últimos siete años, pero esta vez puede salir adelante, incluso en medio de la emergencia sanitaria.

Contar con el programa de desarrollo urbano será pues, el reinicio formal de nuestra planeación.