NUEVO LEÓN.- Fuentes allegadas a la investigación del caso del estudiante que murió de un disparo en una escuela de Cadereyta, Nuevo León, afirmaron que el hecho pudo ser accidental y ocurrió cuando el infante le mostraba la pistola a una compañera. En un principio, se manejó la hipótesis de que el menor se privó de la existencia durante la hora del recreo, pero ahora se cree que fue por un disparo que le propinó una compañera sin querer. Los hechos se registraron la tarde del lunes en la primaria pública “Francisco Sada Gómez”, que se localiza en la colonia Alberos, del referido ayuntamiento. Algunas versiones apuntan a que el día de los sucesos, tras la detonación de arma de fuego, observaron a una menor en la escena, tratando de brindar ayuda al pequeño. Sin embargo, el impacto que recibió de la pistola calibre .45 habría sido mortal y acabó con su existencia. Las autoridades protegen los datos de los protagonistas de los sucesos por tratarse de un hecho en el que están involucrados menores. El martes, el gobernador del estado, Jaime Rodríguez Calderón, aseguró que investigan quién le proporcionó el arma a la víctima mortal para fincar responsabilidades. La pistola sería propiedad de un familiar del menor, pero hasta el momento se desconoce cómo es que el estudiante la ingresó al plantel educativo. Desde el día de los sucesos, los compañeros del menor recibieron atención psicológica para enfrentar el momento que vivieron. La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) emitió recomendaciones a las autoridades locales para que en desarrollo de la investigación se proteja en todo momento los derechos de los involucrados. -- Excélsior