Vínculo copiado
En muchas ocasiones el color rosa se asocia con las mujeres, pero ¿cómo el género llegó a determinarse por un color?
07:46 jueves 8 marzo, 2018
MundoTodo comenzó hace menos de 100 años Cuando una mujer está embarazada, es curioso observar cómo lo primero que otra persona pregunta es por su sexo, para, a partir de ahí, elegir el color del regalo. Sin embargo, hubo un tiempo en que esto era algo irrelevante, pues a los recién nacidos se les vestía con vestidos blancos indiferentemente de si eran niñas o niños, incluso hasta llegar a los 6 o 7 años de edad, y todo ello por cuestiones prácticas y de higiene, según relata la historiadora Jo B. Paoletti, de la Universidad de Maryland. Esta foto, tomada probablemente en un estudio de Nueva York en 1884, según el sitio Smithsonian, muestra al ex Presidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt, con un vestido blanco, al igual que como eran vestidos muchos niños y niñas de su época. En Estados Unidos, los tonos como significantes de género se usaron hasta la Primera Guerra Mundial, relata Paoletti en su libro Pink and Blue: Telling the Girls From the Boys in America. Sin embargo, los colores que se promovían en los grandes almacenes para las niñas era el azul y para los niños el rosa. La regla generalmente aceptada es rosa para los niños y azul para las niñas".
Earnshaw's Infants 'Department
Artículo de junio de 1918
Posterior a la Segunda Guerra Mundial, la regla cambia a la que se conoce hasta la fecha, como resultado de las preferencias de los estadounidenses según las modas provenientes del extranjero, así como de los fabricantes y los grandes almacenes. Con ello, la generación de los babyboomers crece con vestimenta específica de género, según Paoletti. Los niños vestían como sus padres y las niñas como sus madres. Así criaron a sus hijos bajo estos nuevos estereotipos y son los que se han transmitido de generación en generación. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la entonces Primera Dama de Estados Unidos, Mamie Eisenhower, se hizo famosa por portar un elegante vestido rosa. "Ike dirige el país, yo giro las chuletas de cerdo", declaró por aquella época, haciendo referencia a que la mujer podía volver a su rol porque el hombre ya estaba en casa haciéndose cargo de todo lo demás. El color como una etiqueta Antes Por ser un color considerado delicado, los grandes almacenes utilizaban el azul para las mujeres. Antes Por ser un color más suavizado del rojo, el rosa era considerado masculino y agresivo, por lo que era usado para los hombres. Ahora El azul es asociado con atributos como fuerte, decidido, activo, por lo que comienza a utilizarse como un color masculino. Ahora El rosa es asociado con características como dulce, amable y pasivo, por lo que empezó a usarse como un color femenino. Estoy absolutamente a favor de que las mujeres seamos libres de vestir el color que queramos siempre y cuando sea por una elección estética y no una imposición social". Carolina Eslava Experta en lenguaje político 'Sexo débil' VS 'Sexo fuerte' A partir de que el color comenzó a ser un "distintivo" entre hombres y mujeres, se empezó a asumir el rosa para las mujeres, por contar con características como dulce, amable, pasivo, y el azul para los hombres asociando atributos como fuerte, decidido, activo. Carolina Eslava, experta en lenguaje político, explicó a REFORMA que el problema deviene cuando existen sesgos cognitivos que se forman a partir de estas premisas –sexo débil y sexo fuerte– y por ello hay quienes consideran, según la especialista, que el rosa acaba contribuyendo a perpetuar estereotipos, lo que finalmente afecta a aquellas mujeres que no responden a esa visión de lo femenino, asociado a la falta de agresividad o ambición. El movimiento feminista de los años 60 combatió justamente la identificación de los colores azul y rosa para los niños y las niñas. Se buscó promover que no existiera una diferencia en cuanto a género para evitar que estos prejuicios perjudicaran a las niñas y mujeres al considerarlas delicadas, débiles o pasivas. De hecho fue también el origen de la ropa unisex. ¿Qué pasa con la política y el marketing? En estos tiempos electorales que atraviesa México, es común observar que cuando un político se dirige a las mujeres generalmente usa motivos rosas. El "Salario Rosa" en el Estado de México, la campaña de la lucha contra el cáncer de mama e incluso el color institucional de la Ciudad de México, como otros ejemplos, son precisamente rosas. En la opinión de Eslava, usar esta tonalidad en la política simplifica y facilita la comprensión de los mensajes, dado que ya existe en la sociedad la relación establecida entre ese color y lo femenino. Sin embargo, apunta la experta, se refuerza el estereotipo.
Ahora bien, en el campo del marketing, respecto al ejemplo de la lucha contra el cáncer de mama, pese a que ha permitido comunicar con mayor facilidad el mensaje, también se ha vuelto una herramienta mercadológica: basta que cualquier producto utilice el color rosa para asegurar que está ayudando a la detección del padecimiento. Sin embargo, apunta Eslava, eso no garantiza que se esté alcanzando el objetivo. Y más allá de estos ejemplos, hay empresas que abusan de la "rosificación" (pinkification) en sus productos buscando atraer al segmento femenino en lugar de apelar a las características de los propios productos.
Se paga más por ser mujer ¿Es el rosa una bandera de la liberación? La respuesta es no, pese a que muchas organizaciones civiles en pro de los derechos de las mujeres han asumido el color rosa para reivindicar el movimiento feminista. En esta lucha por la igualdad de género se adoptó el color morado como bandera, aún sin tener un acuerdo claro sobre su origen. Eslava explica que algunas personas lo relacionan con el incendio de la fábrica de textiles, en el que 129 trabajadoras que exigían sus derechos murieron calcinadas, y que, según información no verificada, trabajaban con telas en esa tonalidad. Hay quienes argumentan que la combinación surgió de la mezcla de azul y rosa (lo masculino y lo femenino). Otras señalan que se trata de un homenaje a las sufragistas que usaban un listón de este color. Lo cierto es que fue en los 70 cuando el morado se adoptó por parte de las mujeres socialistas como el color para identificar el movimiento, afirma la especialista. Dudo que el color rosa pudiera convertirse en una bandera feminista por dos razones: primero, el rosa es ya un estereotipo en sí mismo. Y en segunda, ya existe un color asociado con la lucha feminista en distintos países: el morado".
Carolina Eslava Experta en lenguaje político ¿Qué pasó en La Marcha de las Mujeres? El 21 de enero de 2017, miles de mujeres en Estados Unidos y otros países salieron a las calles para protestar contra el nuevo inquilino en la Casa Blanca: Donald Trump. Muchas participantes vistieron los Pussyhats, como les llamaron a unos gorros con orejas de gato. El concepto era un juego de palabras entre pussycat, que es gatito, y pussy, que es vagina, con un tono peyorativo y la cual fue usada por Trump en 2005 cuando dijo que alguien famoso podía tomar a las mujeres hasta por la vagina. Por tanto, el accesorio fue utilizado para representar el órgano sexual femenino en rosa en protesta por lo que dijo el Mandatario. Sin embargo, Eslava explica que aunque la idea fue creativa y muchos contingentes de la marcha portaron el gorro, otros se rehusaron a llevarlo puesto y el concepto fue criticado después por algunos grupos de la comunidad LGBTI y de otras razas, al argumentar que era excluyente, pues no todas las personas que se identifican con el género femenino cuentan con una vagina, y, si cuentan con ella, no todas son rosas. 'Día Naranja' Aunque el morado se utiliza en muchos países como un color que puede romper esa visión maniquea de la femineidad, no es el único en la actualidad. Entre otras tonalidades destaca el naranja. El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, por lo que la Red Mundial de Jóvenes ÚNETE, administrada por ONU Mujeres, proclamó ese día como "Día Naranja", una fecha para crear conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas. Aunque en la opinión de Eslava, éste aún no es un color consolidado en la lucha contra la violencia hacia el género femenino. -- REFORMA