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El acceso a la salud en México es una utopía. Las omisiones de quienes gobiernan condenan a muerte a los mexicanos.
09:24 jueves 18 junio, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOLos datos que este martes dio a conocer la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de San Luis Potosí son muy graves, mil 843 casos acumulados de coronavirus, lo que significa 112 nuevos contagios en un sólo día, además de 117 muertes por esta pandemia, cuatro en las últimas 24 horas. Mientras los casos se suman, la crisis en el sector salud se agrava. El sistema de salud en nuestro país ha estado emproblemado desde hace muchos años y ha ido de mal en peor, no sólo por una mala administración y por la falta de decisiones acertadas por parte del área gubernamental, también por la creciente demanda de atención. De acuerdo con datos del INEGI el 82% de la población en México cuanta con acceso a los servicios de salud, puede ser una cifra optimista en los informes gubernamentales, pero no lo es en la realidad, pues significa que 18% de los mexicanos no tienen forma de atenderse en caso de enfermar, pero además refleja el tamaño del reto para los servicios de salud de atender a ese nivel de solicitantes de atención médica y hacerlo, además, con calidad. En 2018 el IMCO presentó un estudio muy completo titulado Pequeños Pasos para Transformar al Sistema de Salud, que presentaba un diagnóstico muy puntual de lo que le duele a nuestro sistema de salud. Ahí, por ejemplo, se citaba que solo el 61% de las personas con diabetes, hipertensión y dislipidemia que acudieron a los servicios estatales de salud salieron con todos los medicamentos, 39% de los pacientes fueron atendidos, diagnosticados, se les indicaron medicamentos y se fueron con las manos vacías porque sus tratamientos no estaban disponibles. En ese estudio también se cita que México es el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto del bolsillo de los ciudadanos en salud, a tal punto que para una familia promedio, el que uno de sus miembros padezca una enfermedad crónica puede condenarla a caer en pobreza. IMCO plantea varios ejemplos, en caso de que un miembro de una familia enferme de leucemia y no tenga acceso a un servicio de salud o en ellos no pudieran ofrecerle el tratamiento que necesita, la familia tendría que erogar un promedio de 875 mil pesos al año, muy por encima del ingreso promedio anual de una familia en México, que asciende, según datos del INEGI, a algo así como 199 mil pesos. En una situación como esta, sería para esa familia imposible solventar el gasto. Por lo que el derecho a la salud sigue siendo solo una utopía en nuestro país, pues está condicionado a la economía. En el caso de los que sí tienen acceso a un servicio de salud, el escenario no es mejor, pues, por un lado, el presupuesto para el sector salud ha decrecido significativamente en los últimos años, mientras que la demanda de atención ha aumentado. Los tiempos de espera para recibir la atención necesaria son muy prolongados en todos los sistemas, sea IMSS, ISSSTE, Centros de Salud, el personal médico y administrativo está superados por la cantidad de pacientes, los insumos no son suficientes y los espacios están deteriorados y no son los óptimos. En medio de la pandemia por COVID-19 esto ha ido empeorando, porque para el sistema de salud significa lidiar con la demanda habitual y sumar las necesidades especificas de atención por este nuevo virus. El sistema está colapsando, como muestra lo que evidenciaron esta semana los trabajadores del Hospital General del ISSSTE de Carlos Diez Gutiérrez, espacios comunes saturados, instalaciones deterioradas, pocas medidas de higiene, violaciones a las medidas básicas de control de Covid-19, riesgo de contagio por todas partes, para ellos y el resto de los pacientes. Esto se suma a lo que confirmaba esta misma semana el Doctor Miguel Ángel Lutzow, vocero del Comité de Salud, 114 miembros del sector salud en SLP se infectaron en sus lugares de trabajo.
Cuando conocemos estos datos, nos damos cuenta de la urgencia de reformar al sector salud para que no sea un riesgo ni para los pacientes ni para el personal que labora en él. La clave es la inversión y la buena administración, porque sumado a la falta de recursos, administración, tras administración siguen surgiendo los casos de corrupción en el ejercicio de los recursos públicos destinados a salud y en esta, no ha sido la excepción, ni al nivel federal, ni estatal. Ante esto, IMCO recomienda desde hace años, entre otras cosas: 1. Lograr una reforma profunda que garantice el acceso a los servicios de salud a todos los mexicanos.
2. Crear métricas de calidad en los servicios de salud.
3. Diseñar una política nacional de datos de salud que incluya al sector privado y permita la medición de resultados. Urge que se reformen los servicios de salud, la pandemia del COVID-19 es sólo una de las muchas amenazas que enfrentamos, está la obesidad, la hipertensión, la diabetes, el cáncer y en las condiciones actuales, las omisiones gubernamentales y de la clase política, están condenando a muerte a miles de mexicanos.